_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tragedia en el sofá

Creo tener cierto pedigrí como aficionado al ciclismo, con el único baldón de mi primera y última participación activa en una carrera, en la que llegué con 35 minutos de retraso sobre el pelotón -no existía por entonces la llegada fuera de control- cruzando la línea de meta derrengado sobre mi flamante Halcion de paseo. Pero como seguidor de este deporte, admiré desde niño, al final de los años veinte, el podio de Luciano Montero en el campeonato del mundo, le di palmadas en la espalda a Mariano Cañardó, fui amigo de Diego Cháfer, guardo como fetiche unos guantes de Van Looy, he seguido etapas con Luis Puig, pertenecientes ambos al grupo fundador del bicicletismo, quizá el último ismo provinciano que reunía a pintores como Zamorano y Vento o escritores como José Luis Colina o Vicent Andrés Estellés. En aquel grupo teníamos a la bicicleta como objeto a reverenciar. Ya en Madrid he subido con mis hijos en un 600 que nos cobijaba hasta el Alto de los Leones simplemente para constatar que ninguno de nosotros habíamos podido distinguir a algún ídolo dentro del pelotón que había pasado durante un segundo delante de nosotros.En definitiva, he tardado 60 anos en poder disfrutar a gusto de mi pasión. Es una de las pocas cosas que uno agradece de la televisión, poder estar sufriendo la emoción del directo, contemplado a veces escenas dignas de tragedia griega que nos ofrece la etapa.Y hablando de este Tour, la contrarreloj del prólogo nos confirmó a los que apostábamos por él la posibilidad del podio para Ullrich, la parcela patriótica se mantiene con Olano, nos alegramos de la todavía potente garra de Rominger, y en cuanto a la etapa de ayer, ideal para leer el periódico o dar alguna que otra cabezada, hay que lamentar la caída de Zülle, el más pupas de todos los ciclistas actuales, a la vez que la pérdida de un minuto por parte de Escartín, un corredor entrañable. Ya llegará la montaña.

Más información
Boardman, un ex líder con hoja de cálculo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_