Matrimoimos 'blindados'

Se acabó. Basta de casarse y divorciarse como si se firmara un contrato basura. Los legisladores del Estado de Luisiana (EE UU) acaban de aprobar un contrato matrimonial blindado que permite el divorcio sólo en circunstancias extremas. La alianza matrimonial no es obligatoria, obviamente, pero la pareja que elija esta fórmula frente al casamiento tradicional no podrá recurrir al divorcio de mutuo acuerdo para separarse.La ley, pendiente de la firma del gobernador para entrar en vigor a partir del 15 de agosto, ha sido propuesta por Tony Perkins, un republicano de 34 años, casado desde hace 11 y con dos hijos, dirigente dé los grupos cristianos conservadores. Perkins se ha visto impulsado a actuar, dice, "para detener la hemorragia de la familia americana" y para remediar "lo que el divorcio por mutuo acuerdo ha hecho en los últimos 25 años". En Estados Unidos se divorcian prácticamente la mitad de los matrimonios (aunque luego vuelven a casarse casi todos). En 1970, la proporción era de un tercio. La disolución de los vínculos se facilitó en los años setenta y ochenta con la aprobación de leyes que reconocen la separación por consenso. Algunos movimientos religiosos atribuyen a esas normas un aumento espectacular de los divorcios, algo que discuten sociólogos y expertos.

En todo caso, los parlamentarios de Luisiana se hicieron eco de las palabras de Perkins -"la alianza matrimonial apunta al corazón de lo que, se está rompiendo en la sociedad, los hogares destrozados que producen chicos destruidos y vidas rotas"- y votaron sin vacilaciones: 98 a 0 en la Cámara de Representantes y 37 a 1 en el Senado. El solitario senador demócrata James Cox fue la oveja negra que expresó, con su voto en contra, las reservas de los que temen los abusos que mujeres y niños pueden sufrir en matrimonios en los que es complicado divorciarse.

La Ley 756 del Estado de Luisiana no deja lugar a dudas: "Una alianza matrimonial es un matrimonio formado por una persona del sexo masculino y otra del femenino que entienden y aceptan que el casamiento entre ellos es una relación para toda la vida". Para que no haya equívocos, la ley dicta a las parejas la fórmula: "Declaramos solemnemente que este matrimonio es una alianza entre un hombre y una mujer que acuerdan vivir juntos como marido y mujer hasta que la muerte los separe".

No es sencillo obtener un contrato de alianza matrimonial. El que quiera conseguir la licencia -abierta a todas las confesiones religiosasdebe presentar una declaración jurada manifestando que se han recibido orientaciones y consejos prematrimoniales "de un sacerdote, pastor, rabino, funcionario de la Sociedad Religiosa de Amigos, cualquier ministro de cualquier secta religiosa o un consejero matrimonial", a los que se acudirá "obligatoriamente en tiempos de dificultades matrimoniales".

Además hace falta una declaración ante notario en la que se confirme que e ha recibido información sobre las condiciones de disolución del pacto, a saber: "Cuando el cónyuge haya cometido adulterio; cuando haya cometido un delito y esté condenado a muerte o a trabajos forzados; cuando haya abandonado el hogar matrimonial durante un año y se niegue repetidamente a volver; cuando abuse sexual y físicamente del cónyuge o de uno de sus hijos, o cuando los esposos hayan vivido separados continuamente y sin reconciliación durante dos años".

Luisiana, colonia francesa durante 44 años y española durante otros 40 -entre 1763 y, 1803-, es el único Estado que tiene un auténtico Código Civil, excepcional en la tradición del derecho anglosajón. A partir de ahora es también el único con una ley de protección del matrimonio, algo que la Coalición Cristiana ha intentado, sin éxito en Michigan, lowa y otros Estados. No se sabe lo que pensaría de esta ley uno de los mejores gobernadores de Luisiana, el malagueño Bernardo de Gálvez, que desempeñó un papel fundamental en la victoria, de los independentistas americanos frente a las tropas inglesas en el sur de Estados Unidos.