El secuestrado leía números atrasados de 'Egin' en un cubil mal ventilado
El abogado vizcaíno Cosme Delclaux llegó a las 5.40 horas de ayer a su casa y lo primero que hizo, según aseguró el portavoz de la familia, Carmelo Renobales, fue preguntar por su colega de cautiverio, el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado también ayer por la Guardia Civil. "Delclaux se mantenía bastante bien informado", apuntó Renobales. Aunque con un retraso de nueve días, la víctima de ETA contó con el diario Egin prácticamente a diario y sin censura, previa.El joven abogado de 34 años compareció un par de minutos, todavía aturdido, pasadas las seis de la tarde ante los medios de comunicación para expresar brevemente: "Estoy bien". Poco antes, la familia al completo se había reunido con el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, y el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, quienes calificaron el final del secuestro como un pasito al frente" de la sociedad vasca para extirpar el terrorismo.
Renobales detalló el reducidísimo espacio en el que ha sobrevivido el abogado vasco: un cubículo trapezoidal de tres metros de largo por uno y medio de ancho y 1,80 de altura. El zulo, además, carecía de ventilación y era muy húmedo.
"Una tortura". Así lo describían ayer Atutxa y Mayor Oreja, quienes se acercaron a la casa de los Delclaux, como ya hicieron el mismo día del secuestro. El ministro había visitado el agujero de José Antonio Ortega Lara antes de acudir a la casa del abogado. Y aconsejó a los que hablan de torturas y de derechos humanos, en clara alusión a HB, que "se pasen por el lugar" donde ha estado el funcionario de prisiones liberado ayer por la Guardia Civil.
Atutxa dibujó el estado de Cosme como el de una persona que "todavía no se sitúa, después de 232 días sometido a la más brutal y absurda tortura. Le ha de costar algún tiempo hacerse al lugar". "Hoy", agregó, "todos debemos congratularnos, salvo ese, grupo de fanáticos que no está por entrar en la vía de la cordura".
Cosme Delclaux llegó a su casa de Getxo poco antes del amanecer. "Vino encantado con las zapatillas Nike que le habían regalado los ertzainas", comentó sonriente el portavoz de la familia.
"Cuando hemos visto en el telediario que [Ortega Lara] ya estaba en Burgos, les hemos llamado y estaban todos encantados. Hoy ha sido un día fantástico", subrayó el portavoz de los Delclaux. Cosme ha seguido de cerca, aunque con algún retraso, el secuestro del funcionario de prisiones, según explicó Renobales.
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