Luces y sombras
La misma historia. Ocurrió frente a Italia y se repitió ante Yugoslavia. España llega a los minutos finales en posición de desventaja y pierde sus opciones de una forma desangelada, sin criterio en la elección de quién y cómo se va a jugar y con algún que otro error imperdonable (como que un solo contrario se lleve un rebote ante la mirada de cuatro jugadores españoles). Hasta ahora todo tiene remedio, Fiero para lograr llegar donde se pretende hay que mantener la concentración y tener más clara las jerarquías.Mala puntería. España defendió bien (sobre todo a los bases), reboteó con solvencia y contraatacó todo lo que pudo. Pero su tiro de distancia no funcionó, lo que echó por tierra buena parte de la tarea. No estaba Herreros, Angulo lo intento con desigual fortuna y hasta Ferran, mano afortunada, hizo agua. Esto obligó a buscar el juego cerca de canasta más de lo aconsejable. En la zona lucieron Reyes y Smith pero no fue suficiente.
Aprender interpretación. El equipo español rebosa juventud y peca de falta de experiencia teatral. Lo contrario que Yugoslavia. Con un coherente lenguaje corporal se pueden obtener unos cuantos tiros libres o cargar a algun pívot con la típica falta de ataque que le saca de quicio. Ya que están todos lo equipos en el mismo hotel, seguro que Meneghin puede dar un curso rápido a nuestros hombres de cara a los partidos que restan.
Se acabó la preparación. En 48 horas llega la hora de la verdad. España ha completado una coherente preparación y se presta, a jugarse su futuro. Los jugadores están frescos y en suficiente estado de forma. Muestran una buena confianza en lo que hacen y la base de su juego, la defensa, está siendo lo mejor junto a lo que están haciendo Reyes y Dueñas. Sólo falta por comprobar cómo les afecta el cara y cruz de una eliminatoria a un solo partido.
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