Un constructor admite que pagó en "negro" a un procesado por el 'caso Roldán'
"Un artilugio contable" para justificar internamente los pagos "en negro" que se le hicieron como intermediario. Así calificó ayer José Herminio Lastra, el único constructor procesado en el juicio que se sigue contra Luis Roldán, el hecho de que su empresa, Aspica, cargara en los gastos por tres obras realizadas para la Guardia Civil los más de 24 millones de pesetas abonados al también acusado Agustín Blázquez. A su vez, éste ingresó parte de ellos en una cuenta que su amiga Elisa Rodríguez compartía con el ex director general del instituto armado, su novio entonces.Según el fiscal, esa cantidad corresponde con exactitud a un porcentaje del valor de las adjudicaciones relativas a las casas cuarteles de Mombuey (Zamora) y Bossot (Lleida), así como a la del destacamento de tráfico de esta última localidad. Pero Lastra, informa Europa Press, adujo que se refiere en realidad a "la gestión globlal de Blázquez para su empresa entre 1986 y 1990;
"El [Blázquez] lo que quería era el dinero. Y, como era negro y en cheques fraccionados, nosotros, para tener un cierto soporte en nuestra contabilidad, lo cargábamos en un asiento como si fuese por una obra, por las gestiones efectuadas para conseguirla", sostuvo Lastra, para quien se solicitan diez meses de prisión por cohecho.
Por las fotografías
Lastra afirmó que ignoraba quién era el contacto de Blázquez en la Guardia Civil. Según dijo, sólo le vinculó a Roldán cuando vio las fotografías de un reportaje publicado por una revista en las que ambos aparecían en ropa interior en una fiesta privada. En esas imágenes, junto a otras personas, salía también Elisa Rodríguez.Tras insistir en que Aspica, de la que en esas fechas era apoderado y vicepresidente, realizaba trabajos para la Guardia Civil desde 1982, Lastra reconoció que se produjo un "parón" en las peticiones entre 1984 y 1986. Entonces, explicó, Blázquez se le ofreció como intermediario ante diversos organismos públicos. Ello se tradujo en diversas reuniones y comidas, prosiguió, pero en la práctica sólo obtuvo encargos del cuerpo.
Blázquez también adujo que el dinero recibido de Lastra no correspondía a comisiones por obras concretas, sino a toda una gestión comercial. Parte de él fue a parar a una cuenta de Roldán y Elisa Rodríguez, pero tanto ella como él sostienen que era por el pago de préstamos personales.
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