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500 soldados chinos entraran en Hong Kong tres horas antes del traspaso de soberanía

ENVIADO ESPECIAL Al final Pekín ganó. Más de medio millar de soldados chinos cruzarán la frontera el lunes por la tarde e invadirán pacíficamente Hong Kong, tres horas antes de que la colonia pasea manos de la República Popular después de 156 años de dominación británica. El resto del contingente, que en total se estima en unos 10.000 hombres, pasará la línea de demarcación de Shenzhen un minuto después de las cero horas del próximo 1 de julio, instante en que se habrá convertido en realidad la retrocesión del rico y minúsculo enclave a China. El gobernador Chris Patten aceptó con la condición de que las tropas no porten armas pesadas. China no ha explicado públicamente las razones de tal insistencia.

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Desde hace varios días las autoridades de Pekín y las de la colonia negociaban una fórmula que no lesionara la dignidad de los británicos al tiempo que satisficiera el deseo del Gobierno chino. En cualquier caso, no deja de tener un efecto psicológico y arrogante el que 500 unidades del Ejército Popular de Liberación (EPL) lleguen al territorio a las nueve de la noche del próximo lunes, un cuarto de hora antes de que en el gigantesco Centro de Convenciones, ubicado en Victoria, en lo que es la isla de Hong Kong, el Gobierno saliente celebre el banquete de despedida con 4.000 dignatarios locales y extranjeros. Tal vez el propio príncipe Carlos, que representará a la reina Isabel; el actual jefe del Gobierno británico, Tony Blair; la ex primera ministra Margaret Thatcher; la secretaria de Estado de EE UU, Madeleine Albright, o el vicepresidente español Rodrigo Rato, que asistirá por España, palpiten con la llegada del Ejército Rojo que fundará Mao Zedong. El EPL entrará cuando aún ondee la Union Jack, la bandera británica, y el yate real Britannia no haya zarpado en dirección a Filipinas con sus dos pasajeros ilustres, el príncipe de Gales y el gobernador Patten.La ministra de Justicia de la nueva era poscolonial, Elsie Leung, en el curso de una tensa conferencia de prensa de la cual acabó exhausta y con un hilo de voz, trató de restar importancia al hecho. Cuando un periodista, en tono provocador, le preguntó qué sucedería si durante esas tres horas un soldado comete una infracción, contestó: "Será detenido y juzgado conforme a las leyes de la colonia". No sucederá igual si la transgresión la comete pasada la medianoche. La competencia en ese caso recaerá en manos de la justicia militar china y no de los jueces de la recién creada región autónoma. Fuentes británicas dijeron al conocerse el acuerdo que el destacamento cruzaría desarmado la frontera. Poco después matizaron que no sería exactamento así. No portarán armamento pesado, pero sí armas ligeras -fusiles- y munición.

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