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RELEVO EN EL PSOE

Despachos movedizos

El PSOE reestructurará la sede de Ferraz para dar cabida a los nuevos dirigentes

Javier Casqueiro

No ha habido, aún, guerra por los despachos en la sede central del PSOE, en la calle de Ferraz, en Madrid. El relevo, también de espacios físicos, pretende evitar traumas inútiles. Hay tiempo por delante. Habrá que hacer reformas, porque aumentan de 11 a 13 las secretarías de área con derecho al mismo tipo de habitáculo, pero "con tranquilidad". Algunos de los dirigentes caídos de la ejecutiva anterior, sin embargo, sí empezaron ayer sus mudanzas de papeles y objetos personales: Alfonso Guerra y los guerristas. Sin estridencias. "Sorprende la normalidad con la que han afrontado este hecho después de tantos años aquí", comentó un veterano empleado del PSOE. Joaquín Almunia tomó posesión del despacho que ha heredado de Felipe González como secretario general y que éste ya apenas usaba.Falta espacio en Ferraz. Habrá que hacer obras. No sólo para buscar los dos nuevos despachos sino para recolocar al personal, secretarias y coordinadores, que arropa normalmente a los titulares de las secretarías. Ese movimiento queda pendiente para los próximos días.

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Las nuevas incorporaciones a la ejecutiva, los renovadores que aterrizan en Ferraz con Joaquín Almunia, no quieren precipitar nada. Esta semana, además, no es la más idónea para traslados. Casi todos tienen despacho e infraestructura propia en el Congreso, porque son relevantes diputados, y están volcados en dar la puntilla precisamente estos días al último periodo de sesiones antes de las vacaciones del verano.

Ese periodo de asueto estival permitirá que la transición se' haga, en cada caso, a, la medida. Joaquín Leguina, responsable de Cultura, ha quedado para comer un día sin fecha con Ludolfo Paramio, su predecesor, piara formalizar sobre un mantel y como amigos este singular traspaso interno de poderes. Paramio ya ha limpiado su despacho pero quiere explicarle asuntos pendientes y presentar a sus colaboradores. Leguina no tiene previsto cambiarlos.

El propio Almunia, tras acudir ayer a primera hora a la Cadena SER, se encerró en su nuevo despacho de Ferraz para ultimar la primera sesión de su ejecutiva de la tarde y la réplica que dará a José María Aznar el miércoles en el importante debate sobre los acuerdos europeos logrados en Amsterdam. Será la última intervención de Almunia como portavoz del PSOE en el Congreso. Luego asumirá la presidencia del grupo y tendrá que nombrar nuevo portavoz y llenar los huecos dejados en distintos cargos por los diputados que le han acompañado a la ejecutiva. Almunia no tuvo que esperar ayer a que Felipe González vaciase su simbólico despacho de la cuarta planta de Ferraz. Ya lo estaba. Tenía en él pocos efectos personales. La ficha policial enmarcada de Pablo Iglesias que mostró en el XXXIV congreso la tiene también reproducida en su despacho de Gobelas, la sede electoral del PSOE que le acogió tras abandonar hace algo más de un año la presidencia del Gobierno.

Almunia ya tenía a parte de su equipo en Ferraz porque era hasta ahora el responsable de Estudios y Programas. Desde allí habló ayer con González y recibió múltiples felicitaciones, como la del portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, con el que se ha medido y negociado numerosas veces.

Los que sí movieron ayer sus enseres de Ferraz fueron los guerristas. Lo hicieron el propio Alfonso Guerra y su gente, y Txiki Benegas y Francisco Fernández Marugán. Guerra podría mudarse a la sede de la Fundación Sistema, que preside, o al Congreso, porque es diputado. Su despacho en Ferraz, también en la cuarta planta como el de González, no se sabe quién lo ocupará.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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