Yilmaz ofrece a Çiller la formación de una coalición laica en Turquía
El candidato propuesto por el presidente de Turquía, Suleimán Demirel, para ocupar el cargo de primer ministro -Mesut Yilmaz-, ha iniciado las gestiones para obtener el respaldo del Parlamento. Yilmaz, líder del derechista y laico Partido de la Madre Patria (ANAP), ha propuesto a su rival Tansu Çiller, del partido de la Recta Vía, entrar a formar parte de un posible gobierno de coalición totalmente laico. Si Çiller no acepta, Yílmaz necesitará el apoyo de los partidos de izquierda y, además, que se produzcan algunas deserciones entre los diputados del partido de la Recta Vía.
"Vivimos una situación delicada y debemos olvidar fricciones y diferencias pasadas y unir nuestras fuerzas para salvar al régimen", declaró Yilmaz al anunciar la oferta de coalición.Yllmaz, que dispone de 129 escaños, en un Parlamento de 550 es consciente de que en caso de que su hasta ahora rival se niegue a aceptar la oferta, tendrá que desarrollar no sólo una hábil labor negociadora, sino también un golpe de suerte: que algunos diputados del partido de la Reta Vía de Çiller deserten de sus filas y apoyen a su Gobierno.
Çiller contestó ayer que ella no ve que su partido y el de la Madre Patria tengan objetivos comunes que les permitan gobernar juntos y ha denunciado el nombramiento de un jefe de Gobierno sin mayoría como una maniobra que tiene como objetivo dividir a su propio grupo parlamentario.Entre tanto, el Ejército turco anunció ayer la retirada de la mayoría de sus efectivos en el norte de Irak, poniendo fin de esta manera a una operación que comenzó hace cinco semanas, cuando unos 20.000 soldados cruzaron la frontera para atacar las bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Sin embargo, altos mandos militares revelaron que en el norte de Irak queda "un adecuado nivel de unidades" turcas. Estas fuerzas están apoyadas por guerrilleros del Partido Democrático del Kurdistán (KPD), aliados de los turcos contra los separatistas del PKK.
Fue precisamente el Ejército turco quien puso contra las cuerdas al anterior Gobierno, presidido por el islamista Necmettin Erbakan -que dimitió el pasado martes-, al exigirle medidas que frenasen el auge del integrismo en la sociedad turca y en los cuarteles. Se da la circunstancia de que cuando días atrás el aún primer ministro Erbakan anunció el fin de la operación militar en Irak, el mando castrense le desmintió inmediatamente.
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