La obsesión por el triple crimen de Alcàsser

Pese a llevar varios meses dando vueltas al triple crimen de las niñas de Alcásser, este asunto sigue interesando mucho a los ciudadanos. O, al menos, a quienes ven la televisión antes de acostarse. Jesús Hermida tampoco pudo resistir la tentación y el martes pasado dedicó su tertulia de Antena 3 a este caso.El programa consiguió un índice de audiencia del 26,9%, lo que le supuso una subida de 15 puntos respecto a su programa del martes de la semana pasada, que estuvo centrado en el debate parlamentario del estado de la nación. En esa ocasión, la cuota de pantalla obtenida por el veterano periodista fue un pobre 11,1 %. La política, según se deduce, concita bastante menos atención que el asesinato de las adolescentes Miriam, Toñi y Desirée.

Hermida, después de darle muchas vueltas, se decidió a abordar el triple crimen. Preocupado por escapar del sensacionalismo, convocó a su alrededor a la diputada Cristina Almeida, al juez Joaquín Navarro, al catedrático Javier Pérez Royo, a psicólogos y a periodistas, que rehuyeron la investigación criminal para centrarse, en cambio, en el origen y las repercusiones sociológicas del fenómeno Alcásser.

El debate, aunque en principio se adivinaba un poco árido, resultó atractivo y suscitó la atención de los telespectadores. Hasta el punto de que se batió con dignidad contra su más directo competidor -Esta noche cruzamos el Mississipi, de Tele 5- que dedicó 60 minutos de su tiempo al ex banquero Mario Conde y otro tanto al caso Alcásser.

¿El interés público por el triple homicidio es consustancial a él? ¿O quizás esa insaciable pasión ha sido creada y potenciada por los propios medios informativos? Varios de los contertulios de Hermida, sobre todo los periodistas, reconocieron que parte de esa curiosidad ha sido alentada morbosamente desde algún medio informativo.

La práctica totalidad de los participantes en el debate de Antena 3 coincidieron en dar poca credibilidad a la hipótesis que desde hace meses viene sosteniendo Fernando García, el padre, de la difunta Miriam, a través del Mississipi de Pepe Navarro. Y se mostraron comprensivos hacia la "cruzada" de García, pese a considerar demasiado "rebuscada" su tesis de que Miriam y sus dos amigas fueron asesinadas durante una orgía de sexo y droga propiciada por personajes de alto nivel para grabar un vídeo snuff