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Pablo Carbonell hace la competencia a Wyoming.

Sin más ayuda que su guitarra eléctrica y su guasa, Pablo Carbonell se recluye tres días en la sala Clamores (Alburquerque, 14; metro Bilbao; 23.00; 800 pesetas) para cantar sobre el surrealismo con que ve la vida. Consagrado como reportero del Caiga quien caiga, Pablo hace la competencia a su jefe, El Gran Wyoming, que hoy mismo finaliza su tanda de conciertos en el Galileo Galilei (Galileo, 100; metro Argüelles; 22.15;1.000 y 1.500 pesetas) con su inseparable Reverendo.-

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