La fiscalía francesa solicita cadena perpetua para tres presuntos miembros, del 'comando Ítinerante' de ETA

El ministerio público francés pidió ayer penas de cadena perpetua para tres de los seis presuntos activistas de ETA juzgados el pasado 26 de mayo por un tribunal especial de París por su participación en 21 atentados perpetrados en España, que causaron 38 muertos.Los acusados para los que se pide la pena máxima son Jean Parot, hermano del jefe del llamado comando itinerante; Frederic Haramboure y Jacques Esnal, supuestos integrantes del citado comando de ETA.El fiscal Gino Necchi solicitó, además, una pena de 14 años de cárcel para Jean Pierre Erremundeguy y 12 años de reclusión para Philippe Sáez y Jean Vincent García, miembros también del grupo que cometió un total de 21 acciones terroristas entre los años 1978 y 1989.

En los casos de Esnal y Haramboure, el ministerio público pidió el cumplimiento como mínimo de 18 años de cárcel y dejó a criterio del tribunal, integrado por ocho magistrados por tratarse de un caso de terrorismo, la pena mínima de prisión que deberá cumplir Jean Parot.

En su requisitoria, que duró peligrosidad de los acusados y el carácter indiscriminado de los actos, cuyo objetivo, dijo, era sembrar el terror.

Por otra parte, la Sala Segunda del Tribunal Supremo rebajó ayer a 500.000 pesetas la fianza de cinco millones que había sido impuesta a los cuatro miembros de la dirección de Herri Batasuna que hace unos meses huyeron a Bélgica para no comparecer en la causa por la difusión de un vídeo electoral de ETA. El Supremo también rebajó en la misma cuantía la fianza que impuso a Jon Idígoras para salir de prisión.

El alto tribunal, tras la desestimación de los últimos recursos presentados por la defensa de los dirigentes de HB, señalará en breve la fecha del juicio oral, que podría celebrarse a finales del presente mes.

El también dirigente de HB José María Olarra fue detenido ayer para ser conducido al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en relación con unas declaraciones que hizo el pasado año y que motivaron la apertura de unas diligencias por amenazas. Olarra, arrestado por la Ertzaintza al salir de su casa de Billabona (Guipúzcoa), se negó a declarar ante el instructor y quedó en libertad.