Vigilantes de lujo

Los continuos cambios en el capital y en las estrategias de las empresas públicas o recién privatizadas tienen dos vigilantes, pasivos en unos casos y activos en otros, de auténtico lujo: los presidentes del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y del Banco Santander, Emilio Ybarra y Emilio Botín, respectívamente.Entre ambos, entre ambas organizaciones por extensión, hay una mezcla de rivalidad y respeto que provoca una vigilancia mutua feroz. El ejemplo más evidente de este fenómeno está en la expansión por Latinoamérica.

Pero no es el único. Cualquier movimiento en Telefónica, Endesa o Repsol de uno de los dos protagonistas es respondido casi automáticamente por el otro. De ahí que continuamente se esté barajando la posibilidad de que el Santander participe en Telefónica o de que el BBV entre o deje de entrar en Endesa. El pasado lunes se incorporó un nuevo protagonista, Caja de Madrid, a estos peculiares pulsos entre grupos financieros, en los que también es habitual encontrar a La Caixa, o Argentaria.

La llegada de Miguel Blesa a este grupo fue recogida por Emilio Ybarra y Josep Vilarasau, director general de La Caíxa, con la habitual cortesía bancaria. El presidente del BBV aseguró ayer en Valencia que que la adquisición por la Caja de Madrid del 3% de Telefónica "es una noticia positiva para la empresa%, aunque dijo que se había enterado de la operación "hoy mismo [ayer para el lector]".

En términos similares se manifestó Vilarasu, quien felicitó personalmente, en conversación telefónica, a Miguel Blesa.