"En Madrid hay cada vez menos plazas públicas"
La pasión mutua por escribir diálogos les unió en la redacción de El Sol, diario en el que coincidieron hace siete años. Poco a poco abandona ron el periodismo para convertirse en guionistas, oficio en el que, casi siempre a la par, han firmado películas como Una casa en las afueras, de Pedro Costa, y Un asunto privado, de Imanol Arias. Codirectores de la revista Academia, han probado la televisión (Turno de oficio II) y alguna gala de los Goya. Ahora tienen en cines de toda España Eso, de Fernando Colomo, una comedia protagonizada por gente de a pie, y más concretamente por un joven obsesionado por perder la virginidad; es decir, eso".Pregunta. Han pasado dos años desde que se filmó Eso hasta su estreno.
Respuesta. En el cine español, desde que se ensilla hasta que se monta, puede pasar mucho tiempo. De todas formas, aunque no se ha estrenado, ha corrido de productora en productora y ha gustado mucho. Incluso ha servido para que sus actores, todos desconocidos cuando rodaron, consiguieran papeles en series de éxito.
P. ¿Cómo surgió Eso?
R. La vendimos con el concepto de comedia baja, porque estábamos hartos de ver comedias madrileñas llenas de lujo. Gustó que el protagonista fuera un chico de barrio, que trabajara limpiando en tiendas y, sobre todo, que fuera de Usera sin que eso resultara exótico.
P. ¿Por qué trabajan más en cine que en televisión?
R. Porque nos gusta más. El tipo de historia, en cine, es mucho más agradecido. Cuentas una historia en hora y media y después te olvidas de ella, mientras que en televisión todas las semanas tienes que inventarte algo. Con el cine, cada cierto tiempo cambias por completo tanto de historia, como de tono, de personajes y de jefes. Pero eso no quiere decir que no hagamos televisión en cualquier momento.
P. ¿En Madrid están todas las historias?
R. Sí. Y no hay más que ver el periódico -que para nosotros es como la biblia para darse cuenta. Cada persona que pasa por la calle podría ser protagonista de una película, pero tampoco olvidamos que es un espectador portencial. Así que, a la vez que nos preguntamos qué tipo de historia podría protagonizar, pensamos en la que le gustaría ver cuando va al cine. Se trata sólo de tener los ojos bien abiertos.
P. ¿Y qué cambios han observado en la ciudad y en su gente?
R. Madrid ha sufrido una depauperación evidente, pero sobre todo en una cosa: cada vez hay menos puntos de encuentro, menos plazas. La vida en la ciudad ha descendido de manera alarmante, y, en este sentido, aplaudimos a quien se está encargando de que Madrid termine siendo una ciudad fantástica para
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