Pedro J. Ramírez exculpa al coronel de filtrarle los papeles secretos

El director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, y los periodistas del mismo diario Antonio Rubio y Manuel Cerdán negaron ayer ante el Tribunal Militar Central que el coronel Juan Alberto Perote les filtrase los papeles del Cesid, si bien se acogieron al secreto profesional para no identificar a sus fuentes. El ex director del Cesid Emilio Alonso Manglano ratificó el jueves que los documentos publicados por El Mundo a partir del 12 de junio de 1995 coincidían con las microfichas que se llevó Perote del servicio secreto.Los tres periodistas, que comparecieron como testigos de la defensa de Perote en la quinta jornada del juicio, ratificaron las declaraciones que ya prestaron ante el juez instructor del caso, Jesús Palomino. A la salida del tribunal, Ramírez criticó la celebración del juicio a puerta cerrada, sin la presencia de público ni medios de comunicación.

Agregó que en este juicio se está olvidando lo fundamental, que no es quién robó los papeles del Cesid, sino el hecho de que el servicio secreto realizara escuchas ilegales a personajes relevantes de la vida española. La persona que haya contribuido a desvelar estas actuaciones, concluyó, tras descartar que se trate de Perote, debería ser objeto de reconocimiento público.

La jornada se inició con la comparecencia del último de los testigos del fiscal, el ex director del Cesid Félix Miranda, sustituto de Manglano. Miranda, que dirigió el centro durante nueve meses, remitió en septiembre de 1995 al juez instructor un certificado secreto en el que se describen los temas de las 1.245 microfichas que Perote se llevó del Cesid, para demostrar que su contenido afecta a la defensa y seguridad nacional.

Ayer declaró también el general Santiago Bastos, ex jefe de la División Interior y una de las personas que más apoyó a Perote en el Cesid.

El juicio se reanudará el lunes con la declaración de los restantes testigos llamados por la defensa; entre ellos, el actual responsable del Cesid, el teniente general Javier Calderón.