El eterno recambio
Chendo lleva cinco años supliendo las ausencias de sus compañeros
Hace cinco temporadas Chendo dejó de ser indiscutible en el Real Madrid. A Floro le dio por los experimentos. Y en el lateral derecho fue colocando sucesivamente a Paco Llorente, Sanchis y Nando. Acabó jugando Chendo. La historia se repitió en la siguiente temporada, la 93-94. Un brasileño llamado Vítor, y olvidado por todos, comenzó de titular. Una vez defenestrado, Floro probó con Alkorta. Y más tarde con Luis Enrique. Acabó jugando Chendo.Llegó Valdano y, con él, Quique Flores. Fue titular indiscutible, pero Chendo consiguió entrar en el equipo más veces de la previstas. En la pasada campaña todo comenzó igual, con el murciano en el banquillo. Pero cuando el campeonato echaba el telón, Chendo podía presumir de haber disputado 23 partidos.
Chendo, 35 años, siempre juega. Antes o después, más tarde o más temprano. Se podrá decir que lo hace cuando el entrenador no tiene a otro. O cuando hay una lesión o un viaje por medio. Es el caso del partido de hoy. Roberto Carlos no está. Y para sustituirle, Capello echará mano de Panucci, al que cambiará de banda. Le quedan al italiano Secretario y Lasa. Pero jugará Chendo.
"Es cierto que siempre ocurre lo mismo", reconoce el jugador. "Pero eso ya lo sé antes de comenzar la temporada. Antes o después uno tiene su oportunidad. La plantilla no la forman 11. Llega el momento y entonces no queda más que estar preparado".
Y Chendo asegura estarlo desde hace 16 temporadas, desde que debutó en el Madrid. Y ha vivido situaciones de todo tipo. Guardó silencio cuando algunos de sus compañeros, con el consentimiento de Mendoza, le despojaron del brazalete de capitán. El de hoy será el partido de Liga número 358 de Chendo. En el Madrid sólo le superan Santillana, Sanchis, Gento, Pirri, Camacho y Michel. "No hay ningún secreto. Es sencillamente una cuestión de ganas", afirma el jugador. "A mí me gusta esto. Y entreno a lo bestia vaya o no a jugar. Y disfruto de los títulos aunque en alguno de ellos no haya tenido una participación excesiva. El día que no lo haga me despediré de mis compañeros y me iré".
Desde hace mucho tiempo, Chendo tiene que ganarse su renovación año tras año. Y lo consigue. "Pero nunca pienso en ello cuando juego", matiza. "Si llega, bien; y si no, será una decisión del club que respetaré. Ahora mismo pienso en ganar la Liga, no en mi renovación".
Valdano escribía hace pocas semanas en estas mismas páginas lo siguiente: "Chendo es uno de esos tipos que entrega su vida al fútbol sin recibir ni pedir nada a cambio". Pero Chendo sí pide algo: ganar. "Desde que tenía 20 años sólo pienso en eso". De hacerlo el sábado, conseguirá su séptima Liga.
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