El Gobierno francés regularizará a parte de los extranjeros

El Gobierno del socialista Lionel Jospin ha acordado "regularizar la situación de los extranjeros" que caigan dentro de los criterios de regularización establecidos en 1996 por la Comisión Consultativa de los Derechos Humanos. Esos criterios hablan del "derecho a vivir en familia", de "buena integración social" y de "evitar riesgos en caso de expulsión".

Con esta decisión el Gobierno pone fin a la movilización por los llamados "sin papeles de la Iglesia de Saint Bernard". Estos protagonizaron en verano de 1996 un encierro que la policía resolvió violentamente y que generó un amplio movimiento de protesta contra las llamadas leyes Pasqua y Debré, leyes que limitan el acceso a la nacionalidad francesa, tradicionalmente ligada al "derecho de suelo".El consejero social de Lionel Jospin ha precisado que "no se trata de una regularización masiva", pues en los casos en que a un irregular no se le puedan aplicar los criterios antes referidos "habrá que conducirle a la frontera". El consejero dice creer que ahora podrían beneficiarse de "una concepción menos miedosa de la seguridad" entre 10.000 y 40.000 personas.

El Gobierno socialista no quiere dar una imagen blanda, pero tampoco verse envuelto en irregularidades jurídicas. "Hay que redefinir el marco legal, pero mientras no podemos derogar las leyes existentes para no crear un vacío. De momento hemos modificado los criterios de interpretación de la ley y a partir de septiembre la Asamblea Nacional trabajará sobre la cuestión".

Para Abubacar Diop, portavoz de los "sin papeles", lo mejor es que "a partir de ahora las regularizaciones se harán basándose en criterios objetivos y no arbitrarios". Ese optimismo sólo es compartido en parte por la Coordinadora Nacional de Jos Sin Papeles. En cualquier caso casi todo el mundo se ha visto sorprendido por la rapidez de la actuación del nuevo Gobierno.