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AUTOMOVILISMO: MUNDIAL DE RALLIES

Sainz regresa a la gloría en Grecia

El piloto español de Ford triunfa en el Acrópolis tras 13 meses de mala racha

Llevaba casi 400 noches soñando con un día así. Trece meses suspirando por quebrar la mala racha que se había instalado a su vera, en el asiento de su Ford Escort, entre él y Luis Moya. Carlos Sainz ansiaba, más que nada, volver a ganar un rally del Mundial. No había olvidado el camino, pero circunstancias diversas y adversas le habían apartado del éxito en las últimas carreras. Hasta que viajó a Grecia, al Rally Acrópolis, escenario de su primer éxito en el campeonato del mundo, allá por 1990. Y en Grecia volvió a sentirse campeón, y en el Acrópolis volvió a conocer la gloria.Sainz logró ayer la victoria en la octava prueba de la temporada con 17 segundos de ventaja sobre el finlandés Juha Kankkunen, antaño el más tremendo de los rivales y convertido ahora en el compañero más fiel. Cuando cruzó la meta del último tramo cronometrado del rally supo que el infortunio había quedado atrás. Y cuando subió al podio en el parque de Zappion Megaro, con la Acrópolis ateniense al fondo, recordó sensaciones que creía perdidas. Su último triunfo databa del 12 de mayo de 1996, en Indonesia.

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Para llegar a ganar en Grecia, para conquistar la 19ª victoria de su historial, para recuperar posibilidades en la lucha por el título, el piloto madrileño, de 35 años, necesitó exprimirse. Corrió como en sus mejores momentos, siempre cerca del límite, apoyado al fin por una montura que le había provocado hasta ayer más decepciones que satisfacciones. Pero el Escort funcionó de maravilla sobre los pedregales griegos y, cuando eso ocurre, el que lo conduce casi nunca falla. "Estoy feliz porque hacía tiempo que esperaba esto", reconoció el bicampeón mundial. "Lo necesitaba, y el equipo también".

El triunfo en el Rally Acrópolis, considerado el más duro del Mundial, lo conquistó Sáinz después de trabajárselo durante las tres etapas de la carrera. Su actuación tuvo rasgos de exhibición, pues ganó 12 de los 20 tramos cronometrados -Kankkunen sólo uno- y si el triunfo resultó tan ajustado fue sólo a causa del infortunio de la primera jornada, cuando se salió de la pista para esquivar a unos espectadores y dañó ligeramente su coche.

De no ser por aquel incidente, el piloto madrileño hubiera vencido con comodidad y sin necesidad de órdenes de equipo. Mediada la última etapa, cuando los responsables de Ford comprobaron que tenían asegurado el doblete, decidieron que Sainz concluyera su caza y captura de Kankkunen, que había empezado el último día como líder. De los 37 segundos iniciales de ventaja, el español recortó 14 en apenas dos tramos (44 kilómetros). Seguramente le hubiera alcanzado, pero Malcolm Wilson, director de la escudería, dijo basta. A partir de ahí los dos aflojaron el ritmo para evitar riesgos inútiles y Sainz acabó superando al tetracampeón finés cuando faltaba sólo una cronometrada para el final.

La decisión de Ford fue aplaudida por todo el mundo. La aceptó incluso Kankkunen, que corría su segundo rally para el equipo: "Me ficharon para ayudar a Carlos a luchar por el Mundial y él es quien tiene posibilidades". Después del resultado del Acrópolis, Sáinz recupera opciones en la pelea por el campeonato, aunque el liderato, de forma sólida, continúa en manos del finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), que ayer acabó tercero después que su compañero, el inglés Richard Burns, se dejara adelantar.

"Volvemos a tener una posibilidad", dijo Sáinz, "pero tenemos que seguir así y esperar que el coche continúe funcionando como en Grecia. Todo ha ido muy bien". En el Mundial, a falta de seis carreras, el número uno de Ford ocupa la tercera posición, a 14 puntos de Makinen y a sólo cuatro del escocés Colin McRae (Subaru), que abandonó en el Acrópolis. La próxima cita será en Nueva Zelanda, también sobre tierra, del 2 al 5 de agosto.

Por otra parte, en el grupo N para coches de serie ganó el uruguayo Gustavo Trelles (Mitsubishi), que compite con licencia española, y Luis Climent (Mitsubishi) se clasificó segundo. Y en la categoría F-2, reservada a vehículos de dos ruedas motrices y motor sin turbo, la victoria fue para Oriol Gómez y el equipo oficial Seat.

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