Engalanamiento

El Arzobispado de Madrid envió una carta a los vecinos que vivimos en las calles por donde pasó la procesión del Corpus, invitándonos a engalanar los balcones con prendas tan entrañablemente nuestras como los mantones de Manila, la bonita bandera española (símbolo de la unidad de un país grande y libre, ¿o no?) y otras colgaduras que "realcen" la procesión.Fue una idea, sin duda, divina. Ya era hora de que volviéramos al lujo y esplendor de las procesiones de antaño, porque tanta Europa y tanta convergencia nos estaban haciendo perder la esencia de nuestro catolicismo nacional apostólico y romano que con tanto ardor cultivamos. Claro que, con todos mis respetos, yo practico el ateísmo también con muchísima fe y gran devoción.

Como yo hay varios miles en Madrid y todos nos sentimos profundamente unidos en nuestra aversión hacia ciertas formas ostentosas de proclamar la verdad única.-