Ahern hablará con el Sinn Fein antes de ser nombrado primer ministro
Bertie Ahern, líder del Fianna Fáil, el partido con mayores posibilidades de formar Gobierno tras obtener 81 de los 166 escaños parlamentarios en las elecciones generales irlandesas del viernes, anunció ayer que se entrevistará esta misma semana con Gerry Adams, presidente del Sinn Fein. Ahern renovó su compromiso de hacer "lo humanamente posible" por encarrilar el proceso de paz en Irlanda del Norte.
El tema norirlandés está destinado a convertirse en uno de los principales en la agenda del futuro primer ministro, Pero en la reunión con Adams subyace además la necesidad del Fianna Fáil de asegurarse un aliado político más, a la vista del pobre resultado electoral obtenido por los Demócratas Progresistas, con los que pretendía gobernar, que han pasado de seis a dos escaños. El ascenso electoral del Sinn Fein, el partido que representa al IRA, se ha convertido en la nota dominante de las complicadas y anodinas elecciones generales de Irlanda. En términos absolutos, el 2,5% de votos que ha conseguido el partido republicano no representan un vuelco en el estado de opinión del Eire, pero sí es un síntoma de un cierto regreso a la normalidad tras el rechazo popular que provocó en la República la reaparición del IRA a finales de los sesenta. Lo más significativo es que el Sinn Fein consigue su primer diputado en el Parlamento irlandés o Dail desde 1957, mientras otros candidatos del partido como Martin Ferris, antiguo miembro del IRA, obtenía el 17% de los votos en Kerry North.Bertie Ahern dispone de aquí hasta el 26 de junio, cuando se constituya el nuevo Dail -el número 28-, para encontrar los aliados requeridos hasta alcanzar la mayoría mínima de 84 escaños. Ayer, el primer ministro saliente, John Bruton, líder del Fine Gael, aceptó deportivamente la derrota, satisfecho con los resultados de su partido, que -a falta de 10 circunscripciones escrutadas- ha visto aumentar su apoyo popular de los 47 escaños que tenía hasta 51. La derrota de la coalición arco irís es consecuencia del fracaso del Partido Laborista, que ha perdido 18 de los 33 escaños que conquistó en 1992. El hundimiento del más antiguo partido irlandés y la más importante fuerza de izquierda -Izquierda Democrática, el tercer aliado, ha mantenido sus tres diputados- es un fracaso personal para Dick Spring, miembro de dos gobiernos desde 1992 y una de las personalidades más sobresalientes de la política irlandesa. A menos que se produjera un cambio de parejas que llevara a Ahern a unirse como en 1992 con los laboristas, el Fianna Fáil necesitará esta vez el apoyo de varios partidos menores.
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