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Perote dijo a Garzón que se guardo originales de los 'papeles del Cesid' cuando mandó destruirlos

Miguel González

El coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la Agrupación Operativa del servicio secreto, no destruyó todos los papeles del Cesid tras ordenar microfilmarlos, sino que se quedó con algunos originales. Así lo declaró él mismo al juez Baltasar Garzón el 9 de febrero de 1996 en el sumario por el caso Oñederra (primeras acciones de los GAL), que permanecía secreto hasta hace un mes. Perote incluso prometió entregar esos documentos, pero alegó que ello dependía "de otras personas" a las que no quiso identificar. Esta confesión contradice la versión que ha mantenido el coronel ante la jurisdicción militar, que hoy le sienta en el banquillo para responder de un delito de revelación de secretos por el que el fiscal pide para él diez años de cárcel.

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La defensa de Juan Alberto Perote ante la jurisdicción militar se basa en que se llevó "inadvertidamente" del Cesid las 1.245 microfichas en las que están filmadas las notas de los despachos que mantuvo con el director del centro, Emilio Alonso Manglano, entre noviembre de 1982 y octubre de 1989.Según el coronel, fue su secretaria Olga, que al parecer le llevaba en horas de trabajo su documentación privada de la Federación de Pentatlón, la que mezcló con sus efectos personales el sobre que contenía las microfichas cuando fue separado del Cesid, en noviembre de 1991.

Asegura Perote que no se dio cuenta del hurto involuntario hasta que el teniente coronel del Cesid Rafael Rubio se puso en contacto con él para reclamárselas y que entonces, en enero de 1992, las devolvió a través del comandante Enríquez de la Torre.

Respecto al origen de las microfichas, Perote explicó que, un año antes de su marcha, ordenó al sargento de la Guardia Civil Miguel Fernández Jordán, destinado también en su secretaría, que microfilmase las notas para así destruir los soportes en papel, que ocupan más espacio.

Esta versión, que pretende reducir la sustracción de los papeles del Cesid a un mero descuido, se contradice radicalmente con lo que declaró Perote ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón -el 9 de febrero de 1996.

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"Para la oportuna constancia"

"El declarante, en su día, cuando ordenó la destrucción de todos los originales de las carpetas de los despachos con la dirección, sin embargo evitó la destrucción de la nota y el decreto de 28 de septiembre de 1983, reiterando que se hizo para la oportuna constancia en su momento", dijo el coronel al magistrado.Los documentos cuyos originales conservó Perote, "para la oportuna constancia en su momento", son los dos papeles del Cesid más polémicos: la hoja de despacho en la que figura la anotación "Me lo quedo Pte. para el viernes", a la que el coronel se refiere como "decreto", y el aviso del inminente inicio de la guerra sucia contra ETA en el sur de Francia, a la que alude como "nota".

Además, según dijo a Garzón, Perote guardó también los originales de unos documentos que no aparecen microfilmados: la transcripción, supuestamente manuscrita por el agente del Cesid Pedro Gómez Nieto, de las grabaciones de sus conversaciones con el entonces comandante de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, en las que se planeaban atentados contra etarras desde el cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián).

Según dijo Perote al magistrado, "asumió ante el Sr. Gómez Nieto el compromiso de conservar el manuscrito como garantía para el futuro [ ... ] con el fin de que en su momento pudiera contribuir a demostrar que [Gómez Nieto] cumplía órdenes en sus actuaciones relacionadas con las actividades Ilegales realizadas en el sur de Francia contra ETA".

La explicación resulta curiosa, ya que la actitud de Perote no ha sido la de proteger a su antiguo subordinado. Al contrario. En la citada declaración, el coronel denunció a Gómez Nieto como la persona que le advirtió del inicio de la guerra sucia y a la que se refería como "fuente totalmente segura" en el aviso de septiembre de 1983. Además, los documentos incautados por Garzón en la celda de Perote el 8 de febrero de 1996 sirvieron al también juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño para mantener en prisión a Gómez Nieto desde el 21 de mayo al 28 de agosto del ano pasado.

El coronel no sólo reveló a Garzón que había conservado algunos originales de los papeles del Cesid, sino que incluso se comprometió a aportarlos. "Pero no en este acto", dijo en su declaración del 9 de febrero de 1996, "habida cuenta de que depende de otras personas", a las que no quiso identificar.

La declaración de Perote ante Garzón no será tenida en cuenta en el juicio que comienza hoy en el Tribunal Militar Central, ya que ha sido prestada en otro sumario, el del caso Oñederra, en el que se investigan los primeros atentados reivindicados por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), y no se ha incorporado al instruido por el juez militar Jesús Palomino, que se refiere a la sustracción de los papeles del Cesid.

Perote fue detenido el 18 de junio de 1995, cinco días después de que empezaran a publicarse en el diario El Mundo los papeles del Cesid, y permaneció encarcelado hasta el pasado 19 de marzo, cuando quedó en libertad provisional debido a una sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la prórroga de la prisión preventiva.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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