Ivan de la Peña se deja querer
No es sólo el caso Ronaldo. El Barça parece condenado, en este tramo final de temporada, a vivir entre sobresaltos. El último en sumarse a la puja de ofertas millonarias es Iván de la Peña. Lo Pelat, que vio cómo la temporada pasada se le renovó por dos veces su contrato, ha recibido una oferta de peso para volar a Italia. El Roma desea ficharle por cinco temporadas a razón de 400 millones de pesetas netos al año. La propuesta está sobre la mesa un emisario del club romano se la comunicó anteayer a Manel Ferrer, representante de Iván- y ahora le toca mover ficha al presidente azulgrana, Josep Lluís Núñez.El futbolista, con una cláusula de rescisión de 2.000 millones de pesetas, lleva dos días en Barcelona evitando hacer declaraciones, pero sí las ha hecho en Italia. "No sé qué sucederá a final de esta temporada", dijo en declaraciones al diario Corriere dello Sport. Iván prefirió no comentar la oferta del Roma, aunque tampoco escondió que se sentía halagado. "De estas cosas [de la oferta] se ocupa Manel Ferrer. Debo pensar en jugar", dijo. Pero De la Peña, que cobra unos 150 millones al año, no cerró ninguna puerta y se refirió a las condiciones. "Sería hipócrita si dijera que ardo en deseos de irme. Soy y me siento todavía jugador del Barça, pero en la vida puede pasar de todo", afirmó.La situación de Iván de la Peña es uno más de los diferentes asuntos que hay planteados sobre la mesa de negociaciones del club azulgrana, presididos por el caso Ronaldo. A la lista, se suma la situación de Guardiola, pretendido por el Parma, también de Italia; y las jugosas ofertas que han recibido los siguientes jugadores: Blanc y Pizzi (Olímpico de Marsella), Nadal (Roma), Popescu (Galatasaray), Ferrer (Paris Saint-Germain) y Óscar (Atlético de Madrid y Zaragoza). Giovanni, además, con propuestas del Sâo Paulo, ha advertido que no regresará al Barça si Bobby Robson continúa en el banquillo. Incluso Amunike ha tenido que desmentir ante el entrenador unas declaraciones según las cuales se quejaba del olvido al que le ha sometido el técnico. Figo y Luis Enrique ya han dicho que continuarán.Nada es casual. La directiva del Barça padece este final de curso dos graves problemas. Por un lado, la nueva normativa fiscal encarece a los jugadores -sólo el 15% de la fiel- la puede pagarse en concepto de derechos de imagen, con una desgravación fiscal menor- y los futbolistas reclaman más salario. Y, por otra parte, la desigualdad de fichas existente en el vestuario desde este curso. Antes los ingresos por ficha estaban más jerarquizados, pero la política de fichajes descompensó ese delicado equilibrio. Baía y Ronaldo, por ejemplo, doblaban el salario de muchos de sus compañeros y propició que otros jugadores reclamaran equidad.
Con la OPA (oferta pública de adquisición) que se le viene encima, principalmente desde Italia -con mejores ventajas fiscales para los clubes-, el Barça ha intentado guarecerse en la circular de la FIFA. Además de Ronaldo, peligran Guardiola e Iván, además de Nadal, que aún espera que se le aumente el sueldo pese a que renunció al Manchester. Sólo Luis Enrique, con una oferta del Milan, ha dicho abiertamente que tiene ganas de quedarse -"ya tuve bastantes problemas el año pasado", dice.
Pero la precariedad del vestuario se extiende hasta el banquillo. Todo indica que Louis Van Gaal, procedente del Ajax de Amsterdam, será el nuevo entrenador y queda por saber si Bobby Robson, con un año aún de contrato, se conformará con ser director técnico. El entrenador inglés admitió ayer que ve muy difícil seguir en el banquillo. .
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