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MOTOCICLISMO: GRAN PREMIO DE AUSTRIA

Doohan pone a Crivillé contra las cuerdas

El español, quinto, se salió en la última vuelta, cuando no se conformaba con ser segundo

Quiso seguir su estela otra vez. Quiso volver a darle con la bandera a cuadros en las narices. Quiso ir más allá del límite para buscar un imposible. Ayer, Alex Crivillé quiso, sobre todo, pero no pudo. Y el Gran Premio de Austria significó la cuarta victoria de la temporada, en cinco carreras, para Mick Doohan después de una exhibición impecable, que acabó provocando el error del noi de Seva en la última vuelta.En el enésimo duelo entre los dos pilotos de la escudería Repsol-Honda mandó el australiano y tuvo siempre en su espalda una sombra española. Casi hasta el final. Y el desenlace, con Doohan escuchando su himno y Crivillé quinto clasificado, inclina el Mundial a favor del actual número uno.

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La batalla por la jefatura del campeonato vivió en el circuito Al-Ring un nuevo episodio. No hay tregua entre Doohan y Crivillé. Cada domingo, el marcaje es estrecho. Los dos buscan lo mismo y en igual medida. Por un lado, ganar. Por otro, batir al rival. Pero, en lo que va de temporada, el australiano ha demostrado que el rey sigue siendo él, y que Alex merece ser el delfín, pero no todavía el nuevo monarca.

Una ventaja de 31 puntos

¿Por qué? Porque Doohan ha vencido ya en cuatro grandes premios y Crivillé sólo en uno. Y porque Doohan no falla, y Crivillé ya ha errado dos veces. Ayer, en Austria, fue la segunda, quizá más grave que la de Italia 15 días atrás. La carrera, ayer, ya estaba sentenciada. Después de otro combate emocionante, el tricampeón había mostrado credenciales insuperables. Pero Crivillé apostó, buscando otro espléndldo triunfo como el año pasado en el mismo escenario. Perdió y el coste fue excesivo.

En lugar de conformarse y terminar segundo, pegado a Doohan, Crivillé atacó en la última vuelta. Pretendió demostrar que no hay conformismo, que bajo su piel no habita un segundón. Pagó su osadía con una excursión fuera del asfalto y, aunque regresó íntegro, el incidente se cobró tres posiciones de la clasicación final y nueve valiosos puntos de su cuenta en el Mundial.

"Ha sido un fallo", reconoció. "Intenté buscar el límite para acercarme otra vez y tener una oportunidad de ganar, pero me pasé de ese límite. Son errores que no hay que cometer y que Doohan no tiene nunca".El piloto australiano, de 32 años, logró en Austria el 38º triunfo de su carrera, que le coloca segundo en la clasificación de todos los tiempos de 500cc, sólo superado por el legendario Giacomo Agostini. Ése es el problema de Crivillé: ha topado con un crack. Quizá, según reflejan los números, el mejor piloto de los últimos 25 años.

Doohan se mostró ayer, otra vez, como un muro infranqueable. Respondió a los intentos de Crivillé, tensó la cuerda cuando le convino, impuso un ritmo frenético y lo aumentó hasta hacer caer en la trampa al número dos. Sólo supo que la estrategia le había salido bordada cuando terminó la carrera, y por eso no aflojó hasta el final. En la última vuelta, la decisiva, batió incluso el récord del circuito.En el Mundial, Doohan abre hueco después de su operación redonda en Austria. Le lleva ya 31 puntos a Crivillé en un campeonato integrado por 15 carreras: "Sé que a partir de ahora necesito victorias para recuperar terreno", explicó Alex, que sigue segundo aunque ayer, tras su fallo, le adelantaron todos los pilotos que también le persiguen en la clasificación general.

El héroe del día fue Tadayuki Okada, tercer hombre de Repsol-Honda, que acabó segundo a pesar de correr lesionado en la cadera y la espalda después de haberse caído durante los entrenamientos. Corrió inyectado y llevó a cabo una de las habituales machadas de los pilotos. El tercero en el podio del gran premio austríaco fue el italiano Luca Cadalora (Yamaha).

No hubo 'cajón' español

El segundo fallo consecutivo de Crivillé coincidió con el segundo gran premio seguido en que el motociclismo español no visitó el cajón. En 125cc, Jorge Martínez Aspar (Airtel-Aprilla) no tuvo su día. Nunca entró en la lucha por el triunfo; acabó por los suelos y se dejó un puñado de puntos para el Mundial. Ganó la carrera el japonés Noburu Ueda (Honda), cuyo triunfo se dilucidó sobre el italiano Valentino Rossi (Aprilia) a través de la foto-finish. Ellos dos mandan en el campeonato y Aspar sigue siendo cuarto.

En 250cc se impuso el francés Olivier Jaeque (Honda) después de batir en una maniobra polémica al alemán Ralf Waldmann (Honda). El italiano Max Biaggi (Honda) acabó tercero y encabeza el Mundial. La siguiente cita del campeonato es en el circuito Paul Ricard (Francia) el próximo domingo.

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