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La infanta Cristina y Urdangarin celebrarán su boda en la catedral de Barcelona

Será el 4 de octubre, sábado, a las 11.30 y en la catedral de Barcelona. Los novios, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, han de decidir los detalles, pero es probable que durante la ceremonia haya lecturas en catalán y castellano. El almuerzo para millar y medio de invitados será en el palacio real de Pedralbes, donado por la ciudad al rey Alfonso XIII en 1924. Se espera que el novio regrese de Japón para que la pareja exponga sus preferencias en el resto de los etalles. Pasqual Maragall asistirá al enlace probablemente como alcalde, con lo que retrasaría su retirada.

La Zarzuela difundió la hora y el lugar de la boda, con el novio en Japón y la novia en alta mar. El día anterior, el jueves, el marqués de Almansa, jefe de la Casa Real, anunció al arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, la decisión de celebrar la boda en la catedral; además, le pedía que fuera el oficiante del acto litúrgico. Carles acogió la invitación "con gozo" porque considera "un honor y una satisfacción que Barcelona y toda Cataluña puedan ser noticia en todo el mundo".Los novios elegirán los textos de la ceremonia, "porque en ese día es mejor que escuchen lo que más les puede ayudar espiritualmente", manifestó ayer Carles, que anuncia una homilía "breve y sustanciosa" en la que hablará de la importancia del matrimonio, de la familia y del amor.

La catedral tiene el inconveniente de un coro situado casi en medio de la nave, que impide la visión del altar. Carles no pone pegas a que se instalen monitores de televisión para los invitados colocados tras él.

El arzobispo ha apuntado también que las obras de restauración de la catedral no podrán acelerarse para acabarlas en los próximos cuatro meses, pero sí que se reparará "lo que sea más urgente o más notorio".

Los invitados de las familias reales tendrán la oportunidad de "sentarse donde hace muchos años se sentaron sus antecesores" durante la reunión que en 1518 convocó el emperador Carlos V para congregar en la catedral a los miembros del Toisón de Oro. El arzobispo explicó que en cada uno de los asientos del coro hay un blasón perfecto de las casas reinantes", informa Diego Belmonte.

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Carles desea que la boda tenga una duración "normal", pero que depende de la música que se incorpore al oficio y de la voluntad de los propios contrayentes. El arzobispo agregó que "podrían realizarse algunos fragmentos del oficio en catalán, ya que la infanta Cristina habla el idioma e Iñaki Urdangarín lo entiende".

La Zarzuela espera que el novio regrese de Japón para que la pareja exponga sus preferencias en el resto del ceremonial. Antes de acudir al almuerzo en el palacio real de Pedralbes, los novios realizarán una ofrenda a la virgen en Santa María del Mar o en la ermita de Pedralbes.

La construcción del palacio real fue promovida por un grupo de aristócratas catalanes en el primer decenio del siglo. El conde de Güell donó una finca y abrió con 200.000 pesetas una suscripción popular para acabar el edificio. El palacio alojó hasta 1929 a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. En 1932, el presidente de la Generalitat, Francesc Macià, lo convirtió en Museo de Artes Decorativas. En Pedralbes se alojó Manuel Azaña cuando había caído Madrid y Barcelona era el último bastión de la República. Azaña celebró consejos de ministros y, posteriormente, lo hizo el general Franco.

Pensado para acoger a una familia, los 1.500 invitados deberán distribuirse entre las pequeñas salas del palacio. Sin embargo, las apreturas del interior se compensan con unos extensos jardines, diseñados por Nicolau Rubió Tudurí.

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