La reedición de la "pinza" sitúa a IC e IU al borde de la crisis.

Los diputados de Iniciativa per Catalunya e Izquierda Unida votaron en sentido opuesto el pasado jueves en el Congreso sobre la ley del fútbol. Un hecho que empieza a dejar de ser noticia. En esta legislatura, ambos grupos se han dividido cuatro veces y todo indica que la próxima semana se producirá un quinto distanciamiento cuando vuelvan a votar por separado la reforma laboral.Pero la votación del jueves fue, en cierto sentido, diferente, y en IC se tiene la sensación de que algo ha cambiado en las relaciones entre ambas formaciones, sobre todo porque IU ya no es monolítica y la unidad de sus diputados en la votación se ha logrado a través de fuertes presiones. Los dos representantes de IC resistieron y ayer mismo Rafael Ribó calificó de "inadmisible" el voto de IU y reclamó de Julio Anguita explicaciones que le permitieran comprenderlo.

Para el presidente de IC, es "inexplicable" que los votos de IU "salvaran" al Gobierno del PP de ser derrotado en el Congreso. Tanto más por cuanto la actitud de Anguita y sus seguidores ha servido a un Ejecutivo que "juega de manera partidista en una guerra entre grupos mediáticos" y contribuye a aprobar una ley "que sustituye un fútbol abierto y en parte de pago por un fútbol pagado por todos los contribuyentes". Ribó añadió que se trata de una generalización del "pan y circo" y que le recuerda las épocas en que la televisión franquista emitía goles para distraer a la gente.

El diputado Joan Saura estaba apesadumbrado por cómo se han producido los hechos en el Congreso. Su análisis puede resumirse en la siguiente frase: "El problema de Anguita empiezan a ser los movimientos progresistas", en referencia a los enfrentamientos del coordinador de IU con los sindicatos en diversas ocasiones, pero también con sectores políticos como IC, o IU en Galicia y el País Valenciano.

El portavoz de IC en el Parlamento catalán, Jordi Guillot, explicó que la reedición de la pinza IU-PP abre una crisis, pero no entre IU e IC, sino dentro de la mayoría de Izquierda Unida. "Una mayoría que se tambalea", dijo. El propio grupo parlamentario se halla profundamente agrietado y convulso, con una disciplina que sólo se mantiene con amenazas de sanciones, añadió.

Antoni Gutiérrez Díaz, vicepresidente del Parlamento Europeo y distanciado de la dirección que encabeza Ribó, también se quejó: "Anguita ha hecho el milhombres y se ha equivocado". Ramon Luque, portavoz del sector crítico, alertó sobre la posibilidad de una división interna en IC si no se recompone la relación con IU y criticó también que los diputados catalanes votaran a favor de CiU en el Congreso de los Diputados.