El plan para revalorizar el oro del Bundesbank desata un vendaval de criticas, en Alemania

Una ola de indignación y protestas, reflejada en los medios de comunicación y en las opiniones del mundo de las finanzas, con caída en la Bolsa de Francfort, recorre Alemania en contra de los planes del Gobierno federal de revalorizar las reservas de oro y divisas del Banco Federal (Bundesbank) para aplicar esos beneficios a pagar parte de la deuda derivada de la reunificación del país. El blanco de las críticas es el ministro de Hacienda, el socialcristiano bávaro Theo Waigel (CSU), quien hoy cumple 2.962 días en el cargo y bate así las marcas de todos sus antecesores.

La oposición, socialdemócratas (SPD) y Los Verdes, piensan exigir, el miércoles en el Parlamento Federal (Bundestag), la dimisión de Waigel, a quien acusan de haber sumido Alemania en la mayor crisis financiera desde la fundación de la república. El Gobierno federal reafirmó ayer su intención de presentar la próxima semana en el Bundestag la ley que, si consigue mayoría, obligaría al Bundesbank a revaluar sus reservas y entregar parte de los beneficios al Ministerio Federal de Hacienda.Alemania es un clamor contra los planes de Waigel. Se palpa desde las conversaciones de taberna hasta los sesudos editoriales. Para el hombre de la calle, que adora el marco y desprecia la futura moneda europea, Bonn trata de vender las joyas de la abuela, el oro del Bundesbank, para conseguir poner en marcha el denostado euro, que rechazan dos terceras partes de los alemanes.

Los editoriales de la prensa de ayer, de norte a sur del país, ponen de vuelta y media a Waigel y al Gobierno. El más prestigioso diario económico, Handelsblatt, comenta: "Alemania va por el mejor de los caminos para hacer el ridículo en todo el mundo".

En las filas democristianas (CDU / CSU) hay inquietud y críticas bajo cuerda a Waigel Un diputado de la CDU ya anunció que votará en contra de la ley. La Oposición reclamará la cabeza de Waigel. El portavoz de Hacienda del SPD, Karl Diller, califico de "acto de piratería, producto del pánico" la pretensión de Waigel de revalorizar el oro.

Añadió Diller que Waigel se ha convertido en una carga insoportable para Alemania, "símbolo del caos financiero, el mayor desde la fundación de la Rpública y el mejor servicio que puede prestar al países su dimisión".

Para el próximo miércoles, la comisión de presupuesto del Bundestag ha citado a los dos gallos de la pelea, Waigel y el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, para exponer sus posiciones. El Bundesbank desmintió ayer de nuevo rumores sobre una posible dimisión de Tietmeter.

El presidente de una de las organizaciones de la patronal, la federación de industria, Olaf Henkel, apeló a los contendientes a llegar a un compromiso por las consecuencia negativas monetarias y para la coyuntura que acarreará el enfrentamiento.