La Bolsa vuelve a retroceder y acumula un descenso de más de 30 puntos en tres días
Las diferentes facetas de la economía -productiva, política y financiera- han entrado en conflicto y han provocando en algunos mercados un desbarajuste acorde con el grado de valoración que los participantes habían hecho de la coyuntura. Los mercados de valores han sido los más perjudicados, al ser el elemento más sensible a los cambios de clima del sistema. Madrid perdió ayer un 1,56%, 8,67 puntos, que suponen un recorte acumulado del 5,24% en sólo tres días, algo más de 30 puntos. Francfort retrocedía un 2,44% y Londres un 1,56%, mientras París cerraba con una ganancia de 4,70 puntos.
Las bolsas europeas se han ido haciendo eco de la situación a que se ha llegado por el resultado de las elecciones en Francia y por la solución buscada por los responsables políticos alemanes al déficit público. Mientras que los planteamientos de la izquierda francesa -teórica ganadora de las elecciones del próximo domingo- respecto de la convergencia europea no están muy claros, el problema alemán despierta todo tipo de comentarios.Los analistas españoles alaban ahora la visión del gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, llamando hace unos días a la prudencia ante la más que posible presencia de problemas, internos y externos, si las cosas discurren por este camino.
La Bolsa de París llegó a bajar hasta 43 puntos, un 1,67%, para terminar ganando 4,70 puntos (un 0,18%), en medio de una gran incertidumbre por los resultados que anticipan las encuestas y el debate sobre la fiabilidad de éstas. En cualquier caso, los analistas estiman que a estas alturas hay poco margen de maniobra para cualquier gobierno frente a la moneda única, ya que resulta impensable un paso atrás.
La cuestión alemana es más compleja. Supone un enfrentamiento entre el pragmatismo del Bundesbank, partidario de la disciplina presupuestaria, y la creatividad de los políticos, para los que la revalorización de activos, en este caso las reservas de oro, es una salida fácil.
La pelea entre el ministro de Finanzas alemán, Theo Waigel, y el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, a propósito de la revalorización de las reservas y el oro fue encajada por la Bolsa. El mercado de valores de Francfort reaccionó con una caída estrepitosa, de, casi el 2,5%, ante los planes del Gobierno de Bonn. Los inversores han buscado salida hacia los empréstitos emitidos en dólares, en espera de que se aclare la situación.
Solución política
La opinión de los analistas, que vuelven aquí a referirse a Luis Angel Rojo, es que la solución política al problema del déficit alemán traerá cola, turbulencias y complicaciones, en el supuesto de que algún país quede fuera del euro en la primera fase, y todos piensan en Italia.La estabilidad, sin embargo, fue la norma en los mercados de divisas, donde la peseta apenas variaba unas milésimas su cotización respecto del dólar y el marco. El cambio medio con el dólar supuso una recuperación de menos de un céntimo respecto del día anterior, mientras que con el marco la pérdida era inapreciable, de 0,001 pesetas.
En el mercado de deuda tampoco hubo muchas novedades, aunque la rentabilidad de la emisión a 10 años bajó un par de 7.383,41 centésimas al cierre, hasta situarse en el 6,68%. El diferencial con Alemania se mantuvo en 0,75 puntos, lo que centra el problema de las bolsas en el corto plazo, es decir, en el posible freno de la tendencia a la baja de los tipos de interés, al menos en el caso español.
La Bolsa de Nueva York también aportó inestabilidad al bajar casi 88 puntos en la apertura, aunque a media sesión recuperaba mucho terreno y al cierre se estabilizaba en 7331,04 puntos, con una ganancia simbólica de 0,86 puntos. La causa del arranque pesimista estuvo en la revisión del crecimiento del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre, situado ahora en el 6% en vez del 5,6% anterior.
Este incremento puede acabar significando que el margen de confianza concedido por la Reserva Federal para no subir los tipos de interés se ha agotado y que en la reunión de los primeros días de julio puede. haber un reajuste al alza de los tipos de interés nortemaricanos, aunque el margen de maniobra es todavía muy amplio para un mercado tan dinámico. La Bolsa de Londres acusó el golpe de Wall Street y cerraba con un recorte del 1,09%.
Cada Bolsa se ha hecho eco de las posibles repercusiones internas de una situación global, en el caso europeo, atendiendo a su anterior trayectoria, es decir, a los beneficio. acumulados en función de unas expectativa que ahora pueden verse truncadas si algunas variables deben ser corregidas.
Los inversores españoles habían hecho un acto de fe de las promesas de nuevos recortes de los tipos de interés y, a largo plazo, de la puesta en marcha del euro sin grandes contratiempos. Ambas cuestiones se han puesto en duda y la respuesta ha sido radical, más propia de posiciones especulativas que de expectativas basadas en la anticipación de algo que, curiosamente, nadie ha cuestionado, como es la presencia de España en la primera fase del euro.
El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, dijo ayer que antes de la puesta en marcha del euro se producirán movimientos y turbulencias y aseguró que esos movimientos no afectarán a España porque "contamos con un nivel de reservas estable". Montoro quiso tranquilizar a los mercados con el argumento de que "vivimos la más sólida recuperación de la economía española de la historia reciente y ese es el mejor soporte para los mercados".
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