El Gobierno saca adelante con el apoyo de IU una 'ley del fútbol' confiscatoria

El Gobierno logró sacar ayer adelante con el poyo de Izquierda Unida y del Partido Nacionalista Vasco una ley del fútbol de carácter confiscatorio que en la práctica puede suponer, si no se modifica durante su paso por el Senado, la expropiación sin derecho a indemnización de los acuerdos que habían sido suscritos por los clubes de fútbol con empresas de televisión. José María Aznar logró que funcionara la pinza con Julio Anguita, mientras daba un paso más para alejarse de su principal sostén parlamentario: CiU.

El PSOE,por boca de su secretario general,Felipe Gonzalez,anunció la intención de su grupo de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional."Estamos ante un fenómeno extraño que afecta a las libertades" dijo el líder socialista .Dirigentes de su grupo fueron mucho más contundentes que él."Se ha vivido en el Congreso la representación de dos concepciones de la política: los que defienden la libertad, incluida la de los empresarios, y los que defienden la retroactividad como sinónimo de autoritarismo", manifestó Alfredo Pérez Rubalcaba.Expertos en derecho constitucional consultados por este periódico también cuestionaban ayer el caracter retroactivo de la ley . Convergència i Unió por su parte no ocultaba su irritación, que fue trasladada ayer por Josep Antoni Durán al presidente Aznar en el Palacio de la Moncloa."Esta es una forma de arrinconarnos contra la pared", declaraba el portavoz parlamentario Joaquim Molins.Pese a la dureza de estas palabras , medios de la dirección de CiU expresaron su voluntad de poner punto y final al desencuentro con el PP y de normalizar sus relaciones de colaboración hasta alcanzar la entrada de España en el euro. Pero la atención estaba ayer centrada en la actitud adoptada por Izquierda Unida.Fue Julio Anguita en persona el que tomó las riendas de la discusión en su propio grupo parlamentario para vencer resistencias e imponer el apoyo al gobierno y la disciplina de voto que no afecta a los dos diputados de Iniciativa Per Cataunya, pero sí a los tres de Nueva Izquierda.