Arantxa coge confianza ante la 315ª

Una victoria por 6-0, 6-2 frente a la júnior francesa Carolina Jagienak, 315ª mundial, permitió a Arantxa Sánchez Vicario entrar con buen pie en el torneo de Roland Garros y colocarse en la segunda ronda. Fue una buena forma de fortalecer su confianza, en una temporada en la que la española está encontrando serias dificultades para mantenerse en la élite mundial.No es un problema que le afecte sólo a ella. Conchita Martínez, que también va cayendo de forma progresiva en el ránking mundial, pasó apuros para eliminar a otra francesa, Emile Loit, 380ª mundial, en la jornada inicial del torneo. Y la mismísima Steffi Graf, número dos mundial, sufrió hace un par de semanas una humillante derrota frente a la surafricana Amanda Coetzer en cuartos de Berlin por 6-0, 6-1.

La simple presencia de Martina Hingis en el liderato del tenis femenino mundial demuestra que algo está cambiando en el circuito y que una nueva generación de jugadoras está empujando con fuerza. Sin embargo, Arantxa se niega a aceptar eso y se refugia en su frase favorita: "No tengo que demostrar nada". Su tesis es que ella ha tenido muchos partidos ganados que ha acabado perdiendo esta temporada. "Antes no los perdía y ahora sí. El nivel ha subido un poco. Pero el problema es mío. Y ya está pasando porque cada vez me encuentro mejor".

Sus palabras fueron ayer contrarrestadas por las afirmaciones de otra jugadora española que también ganó en su debut, Virginia Ruano. "Lo que Arantxa ha logrado en el tenis es increíble", afirmó la madrileña. "Pero ahora, tanto ella como Conchita deberán luchar mucho para mantenerse arriba. Las de abajo estamos llegando con muchas ganas y mucha fuerza. El circuito se iguala. Las favoritas deben luchar ya desde la primera ronda y sufren un desgaste más importante que antes, que ganaban casi en los vestuarios".

Además de Arantxa y Conchita, este año hay otras dos tenistas españolas en segunda ronda: Magüi Serna y Virginia Ruano. También en España algo está cambiando.