La Bolsa logra un nuevo máximo y se sitúa a 30 puntos del 600%

El mercado de valores español consiguió ayer el séptimo máximo histórico de este mes, con una subida de 11,83 puntos, el 2,12%, en el índice general de Madrid. Este indicador quedaba situado al cierre en el, 570,73% y calienta las expectativas de la inversión a corto plazo de verlo enseguida en torno al 600%. La deuda, sin embargo, perdió gas y el diferencial con Alemania volvía a superar los 0,7 puntos.

El tirón de la Bolsa española parece no tener fin, sobre todo porque cuenta con argumentos que van más allá de lo estrictamente económico. La entrada de dinero al mercado de valores sigue siendo muy elevada pero en sesiones como la de ayer, los intermediarios parecen mostrar se más inclinados a comprar a cualquier precio que a pelear por los intereses de sus clientes. El mercado financiero español contaba ayer con bastante presión vendedora, materializada en tomo a la deuda, pero en la Bolsa no se quiso utilizar este indicador y el dinero de los inversores se canalizó hacia las posiciones más altas. En el parqué se comentaba que había que marcar diferencias con el mercado francés, cuya respuesta ante el resultado electoral fue contundente.La rentabilidad de la emisión de deuda española a 10 años subió hasta el 6,63%, siete centésimas por encima del dato del pasado viernes y justo unos días antes de celebrarse la subasta mensual del Tesoro, cuya última referencia es del 6,75%. El diferencial con la deuda alemana también empeoró, pero sólo en tres centésimas, hasta alcanzar los 0,71 puntos.

El interés por la Bolsa junto con la falta de atención a la deuda encajan, mal, aunque ayer era un día atípico para los mercados españoles, ya que su principal referente exterior, el mercado de Londres, permaneció cerrado por ser día festivo. También Wall Street permaneció cerrada. La canalización de órdenes del extranjero fue ayer, por tanto, mínima -el negocio se limitó a 96.000 millones de pesetas-, de lo que debe deducirse que se produjo algún trasvase de posiciones desde la deuda -en la que ya no se esperan grandes beneficios- hacia la renta variable, receptora única del dinero procedente de aquellos activos cuya rentabilidad ha superado con creces la caída del precio oficial del dinero. Estas entradas de dinero han permitido a la Bolsa ofrecer una rentabilidad del 28,3% en el ejercicio, cifra de la que más de un tercio se ha obtenido en este mes.