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Guerra augura la división del PSOE si se le excluye de la dirección del partido

Anabel Díez

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, quiere seguir siéndolo tras el congreso de su partido, que se celebrará el próximo mes de junio, y en ningún caso aceptaría una vocalía; es decir, no tener, responsabilidades concretas, como posible salida que algunos otros dirigentes piensan para él. Así lo ha manifestado a una veintena de sus partidarios, todos parlamentarios, con los que se reunió el martes en un almuerzo. Guerra augura la división del PSOE si se le excluye de la dirección del partido.

En respuesta a quienes consideran que debe salir de la dirección del PSOE, Guerra elaboró ayer una teoría que sin duda resultará polémica. "Si alguien juega a, la división del partido será su responsabilidad, ya que afectará a la sociedad española y a las posibilidades electorales del PSOE". Esta suerte de males los esbozó al reconocer que aIgunos dirigentes regionales planteaban excluirle de la próxima Ejecutiva. Como ya hiciera el pasado mes de enero, Alfonso Guerra responsabilizó de a iniciativa al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.Antes de reunirse con un grupo de alumnos y profesores de la Universidad Carlos III de Getafe (Madrid), Alfonso Guerra respondió a la reunión que se había celebrado 48 horas antes entre dirigentes regionales, y en la que se puso de manifiesto el interés mayoritario de que dejara de ser vicesecretario general. Aunque Jesús Quijano, líder de Castilla y León, y Manuel Chaves fueron quienes plantearon la cuestión más abiertamente otros 12 dirigentes allí reunidos piensan de manera parecida, aunque no lo hicieron explícito.

Guerra se aferró ayer a que "al parecer sólo dos" quieren plantear el congreso sobre qué pasa con Alfonso Guerra. "No parece muy responsable que este congreso se plantee así cuando el partido lo celebra después de muchos años de Gobierno y hay que proponer nuevas ideas, además, en un momento en el que el secretario general, Felipe González, está sometido al acoso del Gobierno", dijo.

La conclusión de Guerra es que "hay algunos que quieren un congreso de división del partido, y yo apuesto por la unidad". De esta manera Guerra establece una relación de causa-efecto entre el interés de algunos dirigentes de que no esté en la Ejecutiva y una hipotética división del PSOE.

Guerra dijo al ser preguntado si deseaba mantenerse en la dirección: "Es clara mi disposición a luchar por las ideas en las que creo desde la dirección del partido, desde la vicesecretaría general, si así lo decide el congreso, y si no, no pasa nada". Ahora bien, no le parece "ético" que unos secretarios regionales "se dediquen a la caza del hombre sin dar ninguna explicación".La idea expuesta por algunos secretarios regionales de que se quede como vocal en la Ejecutiva no le parece digna de tener en cuenta. "Esas son operaciones de personas sin legitimidad que no pueden decidir lo que yo tengo que hacer; conmigo que no cuenten". En el almuerzo celebrado el día anterior con 20 de sus partidarios, todos parlamentarios, Alfonso Guerra ya les dio a entender que no aceptaría ser vocal.Gerra recordó que en el mes de enero denunció que Manuel Chaves capitaneaba "una operación" para excluirle de la Ejecutiva.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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