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ELECCIONES LEGISLATIVAS EN FRANCIA

Chirac afirma que un triunfo socialista sería perjudicial para el país y la construcción europea

Enric González

El presidente francés, Jacques Chirac, intervino ayer de nuevo en la campaña electoral para lanzar una carga de fondo contra los socialistas. Chirac compareció ante las cámaras de televisión, a la hora de máxima audiencia y sin previo aviso, y declaró que una mayoría parlamentaria de izquierda dañaría el proceso de construcción europea y perjudicaría los intereses de Francia. Francia "no podrá defender sus intereses si no es capaz de hablar con una sola voz, una voz fuerte", dijo, refiriéndose a la posibilidad de una cohabitación política entre un presidente conservador y un Gobierno socialista. El fantasma de la cohabitación, posible según los sondeos, dominó ayer por completo los debates electorales.

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Chirac realizó su intervención poco antes de recibir en el Elíseo al canciller alemán, Helmult Kohl, con quien cenó para conversar sobre la cumbre extraordinaria que celebrarán el viernes los jefes de Estado y de Gobierno europeos en Holanda, en torno a la reforma institucional. El breve discurso presidencial se refirió a Europa: "Francia mantendrá sus compromisos europeos, con lucidez y pragmatismo". Chirac aseguró que,"fortalecido por el apoyo de los franceses", expresado en forma de victoria de la "coalición presidencial" en las legislativas, velaría por la creación del curo."¿Cómo imaginar que todo lo que ha sido edificado desde hace 40 años pueda ser cuestionado o aparcado, sin que de ello resulten daños irreparables para Francia?", se preguntó Chirac ante las cámaras. En realidad, el líder socialista Lionel Jospin y su partido son claramente partidarios del tratado de Maastricht y de acceder a la moneda única. Sólo el Partido Comunista se opone, cada vez más tibiamente, a la "Europa de Maastricht". Chirac y Juppé han decidido, sin embargo, basar su estrategia en el argumento de que la posible presencia de comunistas en un Gobierno Jospin teñiría de antieuropeísmo a todo el gabinete.

A cinco días de la primera vuelta de las legislativas, la derecha francesa enarboló ayer de forma unánime el espantajo de la cohabitación entre un presidente conservador, Jacques Chirac, y un primer ministro socialista, Lionel Jospin. Todos los dirigentes de la "coalición presidencial" prologaron la intervención de Chirac con distintas declaraciones según las cuales una victoria de la izquierda, con la consiguiente cohabitación, supondría un desastre y conduciría, en palabras del primer ministro, Alain Juppé, a la "confusión en Europa" y al "fracaso del curo". Jospin, por el contrario, insistió en que no tendría problemas para colaborar con Chirac y en que ambos estaban esencialmente de acuerdo en las cuestiones europeas.

Resultado muy apretado

Todos esperan un resultado electoral muy ajustado. En expresión del ex ministro liberal Alain Madelin, "las cosas están en un pañuelo". El fantasma de la cohabítación (situación que los franceses, hartos de la derecha y muy recelosos frente a la izquierda, no consideran negativa) planea sobre el Elíseo. Una derrota de la derecha constituiría un bofetón para Chirac y, según los barones de la "coalición presidencial", una calamidad para Francia."La cohabitación no es un buen sistema, sino lo peor de todo cuanto puede pasar", dijo ayer Juppé. "Las diferencias entre el presidente y un Gobierno de izquierdas conducirían a la confusión en Europa", señaló. "Los gastos suplementarios que prometen socialistas y comunistas nos harían salir inmediatamente de los criterios fijados para la unión monetaria. Nosotros hemos creado las condiciones para acceder al curo". "Jospin, siguió, "crearía las condiciones para el fracaso del curo".

Ante la incertidumbre del resultado, ambos bandos coincidieron ayer en dramatizar las opciones. La derecha afirmaba que si ganaba la izquierda se paralizaría el país y sería imposible la unión monetaria.

La izquierda, por su parte, advertía sobre el peligro que suponen "cinco años de ultraliberalismo salvaje", en palabras del ex ministro Jack Lang, en caso de victoria de la derecha.

Los nervios estaban a flor de piel. Si se cumplen las previsiones de los sondeos, la primera vuelta arrojará un resultado muy repartido y favorable para las fuerzas minoritarias (comunistas, ultraderechistas, ecologistas), como fruto de la voluntad de protesta que se percibe en el electorado.

[Kohl se mostro ayer en contra de una renegociación de las condiciones de acceso a la moneda única europea, informa Efe. "No se por qué deberíamos hablar de nuevo del curo", dijo al término de su encuentro con Chirac en respuesta a la sugerencia del líder socialista francés Jospin de renegociar las condiciones.]

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