El Barça pone en jaque al Madrid
Los azulgrana se adelantan en la serie tras un final dramático y con prórroga
El Barcelona puso en jaque al Real Madrid tras un tercer partido en el que los dos equipos se enzarzaron en un final desgarrado y dramático. Casi, ocho minutos se pasaron los dos endosándose canastas y maldiciendo fallos que pudieron ser decisivos. Herreros se erigió en el guía del Madrid y pareció decidir con un triple excepcional, a unos siete metros, con Esteller punteando su tiro por delante y Mustaf molestándole por detrás. Puso el 80-81 en el marcador. Faltaban cinco segundos y tres décimas, y aún le sobraron ocho décimas a Djordjevic para acarrear el balón hasta Karnisovas y hacer inevitable una falta madridista. El alero lituano falló uno de los dos tiros libres y la prórroga alargó la agonía de unos y el éxtasis de los otros.Bodiroga y Herreros apretaron el acelerador (81-86). Pero el Barcelona reaccionó pese a que Djordjevic fue eliminado tras cometer una absurda falta contra Herreros primero y caer de nuevo, como en el segundo partido, una pícara acción defensiva de Santos que llevó al base yugoslavo a la ducha. Los triples de Karnisovas y Jofresa y la muñeca de Mustaf -22 puntos, 11 rebotes y seis asistencias- acabaron por atemorizar al Madrid, que sucumbió desde la línea de tiros libres -Arlauckas falló tres y Laso uno en el tramo final- y dejó en manos de Herreros un par de misiones imposibles.
Fue un partido raro: empezó con una primera parte deplorable que sólo salvó el diálogo anotador entre Mustaf y Arlauckas; el resto fue un quiero y no puedo de los ataques de ambos equipos. El Madrid mantuvo una defensa acérrima sobre Djordjevic. Santos no se despegó del base yugoslavo ni un momento y los pívots madridistas le siguieron la estela. DjordJevic se empeñó en apurar sus dotes y en un par de acciones -una falta que concedió dos tiros libres a Bodiroga y un rebote ofensivo que le pilló justo bajo canasta pero también bajo el corpachón de Mijailov- se dio cuenta de que no estaban las aguas para navegar por libre. Quedó patente lo que le cuesta al Barça variar sus registros. Karnisovas y Fernández no tienen continuidad. Sin tiro exterior -0 de 8 triples cuando se llegó al descanso- y sin otras soluciones dada la mala puntería de Rivas, el Barça redobló esfuerzos en defensa para evitar el chaparrón.
El Madrid tiró de Arlauckas para empezar, pero supo encontrar alguna ayuda adicional en las acciones de Herreros, Bodiroga -su mejor recurso en ataque estático- e incluso Santos , -autor del único triple de la primera parte-. Tuvo algo más de acierto en ataque, pero no mucho más.
El mal día de los tiradores permitió que las trincheras se relajasen. Las zonas defensivas de unos y otros les mantuvieron a salvo de mayores desperfectos. Pero tres o cuatro detalles cambiaron por completo la decoración. Salió el Barca con mucha agresividad en ataque y -un poco más de precisión en el tiro. El Madrid contestó cometiendo más faltas en siete minutos que en todo el primer tiempo. Bodiroga hizo tres en un abrir y cerrar de ojos, y Santos, lo mismo. Sin el uno y sin el otro, el Madrid encajó un parcial de 17-4.
Cuando el Barca había abierto hueco (57-45), respondió el Madrid primero con una serie de uno contra uno bajo el aro que le dio hasta tres canastas con tiros adicionales, y después con un festival personal e intransferible de Herreros que volvió a apretar el marcador (63-62) y a llevar los acontecimientos al final igualado y con prórroga que dejó el partido en el filo de la navaja y acabó con el Madrid contra las cuerdas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.