Sin comentarios
La semana pasada fuimos al cine dispuestos a pasar un buen rato, pero la película se estropeó nada más apagarse las luces. Tras la inevitable publicidad sobre tabaco, el siguiente anuncio comenzaba de la siguiente manera: un lujoso coche se detiene ante una preciosa casa, se baja al el chófer, y cuando llama a la puerta, resulta que era al perro al que iba recoger; se trataba del anuncio de una lujosa "perroquería" (textualmente).Hasta ahí, el anuncio provocó en todos una sonrisa. Pero al instante se oscurece la pantalla, aparecen dos imágenes en blanco y negro de guerras y niños malnutridos, con la siguiente voz en off. "A pesar de esto, no deje de darle lo mejor a su perro". Increíble. No hacen falta más comentarios.- .
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