Escartín desbarata el festival del Banesto

Fernando Escartín (Kelme) parece el único capaz de la Vuelta Ciclista a Asturias de resquebrajar la hegemonía del Banesto. El corredor aragonés aprovechó la única dificultad de la etapa de ayer, en las últimas rampas de El Naranco, para alterar la fiesta de Abraham Olano y compañía. Escartín evitó una victoria de etapa planificada en Banesto para José María Jiménez, pero no pudo descontar ni uno solo de los seis segundos de ventaja de Olano desde la contrarreloj inicial. La superioridad del Banesto es tan evidente en Asturias que ayer llevó la etapa al más puro estilo ONCE: control total de la situación hasta que llega el momento de la verdad y todo el equipo se mueve en beneficio de uno o dos corredores que buscan el triunfo parcial y el absoluto.

Fernández Ginés y José María Jiménez escoltaron a Olano hasta la pancarta de dos kilómetros para la meta, cuando César Solaun (Euskadi) saltó para buscar un triunfo de prestigio. Olano y Escartín no se confiaron ante un hombre bien situado en la general y respondieron con un golpe de autoridad. La inercia les llevó a un aparente mano a mano, que se alteró con la poderosa llegada de Jiménez, el elegido por Banesto para el triunfo en Oviedo. Pero Escartín no lo consintió y demostró su raza de escalador, mientras que Olano se conformaba con no ceder tiempo a su rival, después de cometer un error táctico al seguir la rueda de su compañero en lugar de obligar a Escartín a lanzar el sprint.

Ahora la Vuelta a Asturias afronta un par de jornadas tranquilas, con llegadas en Llanes y Gijón propicias para los sprinters. La decisión sobre el triunfo final quedará para las durísimas rampas de El Acebo, el sábado. Allí Escartín volverá a desafiar al imperio Banesto y a su líder, Olano, que sigue progresando adecuadamente en su preparación para el Tour de Francia. El ciclista aragonés ya llegó el primero al Acebo el año pasado, aunque fue después descalificado por irregularidades en beneficio del italiano Gentifi.