Pasarela
Sabía que me faltaba algo, un toque mágico, quizá lo que antes denominábamos knack y siempre se llamó ángel, y hasta garbo. Sabía de mi carencia fatal, digo, pero ignoraba que aún podría adquirir ese puntito gracias al esfuerzo y el don de la oportunidad de ciertas instituciones que, sin dejarse llevar por el ciego sectarismo, quieren devolver a nuestro sexo aquello que, sin dejar, perdimos por el camino, mientras nos poníamos moradas de amor libre, de divorcio, de abortos y de cazalla. Es decir, la feminidad.Mujeres todas, que estáis chuchurrías, mustias y fláccidas, a la par que sospechosamente viriloides, por culpa de vuestro empecinamiento en ser iguales a los hombres -algunas, ¡superiores!-; que con vuestra cabezona obsesión por estudiar, trabajar, mantener a los hijos y hacer la compra vais dejando atrás lo mejor de vuestra naturaleza intrínseca, aquello por lo que sois fundamento y pilar de esta sociedad y de Zaragoza. Es decir, la feminidad.
Vosotras, que ahora mismo me leéis con un rictus de escepticismo en el molesto bigote que os ha crecido como consecuencia, precisamente, de la repudiable manía de leer. Vosotras, insisto, recuperad la ilusión y la feminidad a la vez. Pues la Xunta de Galicia, sector Consellería de Familia, Muller e Xuventude, prepara un cursillo que, bajo el enunciado Perfeccionamento da muller, ofrece el siguiente contenido: Curso enfocado a mulleres que querran dar un toque de distinción á súa vida: Maquillaxe, comportamento social, pasarela de rúa, nutrición.
Veo una procesión de gallegas -ellas, que siempre han trabjado tanto, se han visto muy expuestas a las carencias de distinción-, que tomará por asalto la Consellería. Luego iremos las otras. Tan faltas todas de pasarela da rúa que no sé cómo hemos podido llegar hasta aquí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.