Un jugador se da a la fuga tras atacar a un árbitro que le señaló un penalti.
Un árbitro de fútbol malherido y un jugador prófugo. Ocurrió este domingo en las profundidades de la Tercera División Regional. Corría el minuto 75. Se enfrentaban en el campo de Nuestra Señora de Luján (Fuencarral) el Huarte-La Paz y el farolillo rojo, el Racing Castellanos, cuya defensa estaba plomada por Pedro Sanromán Sánchez, de 23 años y -entonces pocos lo sabían- tres antecedentes policiales por lesiones. Un delantero le regateó y se encaminó glorioso hacia el desempate. Sanromán, con simpleza, le agarró la pierna y le derribó. El árbitro señaló penalti y, de paso, sacó tarjeta amarilla al defensa, lo que implicó su expulsión por doble amonestación. Nada inusual, si no es porque, cuando el Huarte marcó el penalti, Sanromán, según los testigos, salió del vestuario con el torso desnudo, corrió embravecido, sudoroso, hacia el colegiado y, haciendo señas para que nadie le avisase, le descargó por la espalda una inmensa patada. "Literalmente le barrió", recordó ayer el capitán del Racing Castellanos. "Me molió a golpes", resumió el árbitro, Fernando Jiménez, quien quedó con el cúbito y el radio del brazo izquierdo rotos. Tras golpearle, Sanromán saltó la valla del campo y huyó en su coche. La policía inició la búsqueda del prófugo, quien se entregó el lunes en comisaría.
"Me pegó tan fuerte que volé, por los aires", recuerda el árbitro atacado
El árbitro, de 34 años, fue hospitalizado y sometido a una intervención quirúrgica. Ayer, este hombre soltero y en paro descansaba en su casa. Su memoria se mantenía fresca: "El penalti fue clarísimo, pero él se resistía a marcharse. Pedí la intervención de delegado del campo y desapareció. Una vez lanzado el penalti, cuando nos dirigíamos tranquilamente hacia el centro del campo, me golpeó por sorpresa y con tal fuerza que volé unos dos metros. Al caer, me astillé la muñeca izquierda. Pero él no paró. Estando en el suelo, me dio tres o cuatro patadas en los genitales, el costado, la paletilla... Creí que me mataba. Alguna vez me habían golpeado en el campo, pero jamás había sufrido algo así".El Racing, según la Federación Madrileña de Fútbol, ha protagonizado esta temporada varios altercados, como zanjar un partido con un tumulto, marcharse a mitad de encuentro e incluso quedarse con menos de siete jugadores a causa de las expulsiones. Pese a estos antecedentes, Sanromán, limpiador del metro, nunca antes había actuado con violencia en el campo. Sólo había sido expulsado en otras tres ocasiones por doble amonestación. "No le molestó la expulsión, sino el penalti, porque ocurrió fuera del área. Pero eso no justifica nada. No somos más que unos conocidos de Tetuán que juegan para divertirse, ahora lo vamos a dejar, ha sido algo muy grave", dijo el capitán del Racing.
La Federación Madrileña de Fútbol anunció que expulsará hoy a perpetuidad a Sanromán y dará la victoria al Huarte -el partido, tras la agresión, fue suspendido con el resultado de 2 a 1-, Sanromán declaró ayer ante el juez de guardia.
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