"He sido yo, tome usted la escopeta"
El asesino levantó los brazos y le confesó al guardia civil de servicio en la subdelegación del Gobierno: "He sido yo, tome usted la escopeta".No habían pasado dos minutos desde que Pedro llegó a la plaza, aparcó su coche y disparó contra el grupo de cuatro personas. Uno de ellos -el marido de la funcionaria herida leve- se salvó milagrosamente al ir a recoger el balón con el que jugaban los niños.
El subdelegado del Gobierno, Luis Casero, médico de profesión, fue el primero en atender a los heridos: "La escena era terrible. Los disparos se produjeron desde unos dos metros y medio de distancia, el espacio que va entre la acera y el banco. La mujer no tuvo tiempo ni de levantarse del asiento".
Pedro R F. ya está en los calabozos de la Guardia Civil, pero la pesadilla no ha terminado. Fuentes de la investigación aseguraron ayer que el juez que lleva el caso tiene previsto ingresar al autor de los disparos en la misma prisión de Cuenca, donde ayer todos los funcionarios -muchos de ellos amigos personales de Mercedes y de Julián, el otro funcionario de prisiones gravemente herido- se encontraban muy afectados por el suceso.
Se da la circunstancia además de que el asesino es un hombre muy conocido entre los funcionarios de la prisión de Cuenca, un establecimiento relativamente pequeño con unos 200 reclusos.
Antes de la separación, Mercedes y Pedro acudían juntos a las celebraciones entre compañeros. Ahora, después de tan horrible crimen, los funcionarios temen tener entre las rejas de la prisión al hombre que mató a Mercedes e hirió de gravedad a Julián.
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