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Ser buen actor, pero no famoso

El elenco del Teatro de la Abadía trabaja en equipo en su formación y en espectáculos exquisitos

Los actores del Teatro de la Abadía lo tienen claro. Saben que si consiguen ser admitidos en el Centro de Estudios y Formación Escénica del Teatro de la Abadía (CEFETA), de José Luis Gómez, se les proveerá de un material y unos conocimientos para llegar a ser buenos pero no famosos, porque la base de este ambicioso proyecto es el trabajo en equipo. Un equipo del que emana un elenco estable con el que crear espectáculos como El retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, de Valle-Inclán, que se repone a partir del próximo martes 13, o Los entremeses de Cervantes, ambos dirigidos por Gómez y con los que han cosechado importantes éxitos y premios dentro y fuera de España.Ya son tres las promociones que han pasado por el CEFETA, que dirige Rosario Ruiz, y al que sólo acceden unas decenas de actores, profesionales con acreditada formación, cada año. Los de la primera promoción confiesan que llegaron sin saber a qué iban, atraídos por el prestigio de Gómez. Hoy saben, y así lo dicen, que allí están para recibir una sólida formación escénica: "Aquí mamamos de los conocimientos de los más grandes maestros internacionales", dice uno de ellos en referencia a que por la Abadía han pasado además de Gómez, Agustín García Calvo, María del Mar Navarro o la propia Rosario Ruiz, hombres y mujeres de reconocido prestigio internacional como Jacques Lecoq, Dario Fo, Joanna Merlin, Marcello Magni, Silvia Estring, Pei Yan Lin, o miembros del Odin Theatre.

"No he encontrado un sitio donde se pueda recibir más", dice una de las actrices. Otros compañeros suyos contestan a la pregunta obvia: ¿para qué sirve La Abadía?: "Para darnos cuenta de que no sabemos nada y hay muchas cosas por aprender", dice una chica. "Para hacer buen teatro", señala otro. En lo que todos coinciden es en el hecho de que en La Abadía encuentran, por primera vez en sus vidas profesionales, a colegas que hablan un mismo lenguaje. Uno de ellos lanza lo que a todos les ronda en la cabeza: "El que quiera ser un gran actor, que venga aquí; pero si lo que persigue es ser famoso y popular, pierde el tiempo; aquí conseguimos entender que a la sabiduría escénica se llega en equipo".

El retablo... Teatro de la Abadía: Fernández de los Ríos, 42; metro Quevedo. Desde el 13 de mayo, a las 20.00. Entrada: 2.000 pesetas.

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