Un hombre denuncia que le narcotizaron en un club nocturno de Chamartín para robarle el dinero

En la madrugada del miércoles 7 de marzo, un hombre, que iba acompañado de tres mujeres, descendió de un taxi en una gasolinera de la, carretera de Colmenar. Nada más bajar perdió la consciencia y en su memoria se abrió un interrogante que hasta un mes después, al recibir los cargos de su tarjeta de crédito, no consiguió resolver. Fue entonces cuando, al descubrir el enigma de lo supuestamente ocurrido, se dirigió al juzgado de guardia y denunció que esa confusa noche había sido narcotizado y estafado por valor de un millón de pesetas en un club nocturno de la calle de Agustín de Foxá, número 29. El juzgado de guardia abrió diligencias previas y ordenó a la comisaría de Chamartín investigar el caso. El pasado lunes, la policía detuvo por los presuntos delitos de falsificación y estafa al propietario y a otras cuatro personas vinculadas al establecimiento (el encargado, dos camareros y dos mujeres).Ayer por la tarde, según su defensa, el juez les dejó en libertad sin fianza. "En el local no hay drogas ni las ha habido. Tampoco se ha cometido estafa alguna. El denunciante consumió en el local lo que creyó conveniente y en ningún momento fue abandonado", afirmó la letrada de cuatro de los denunciados, María Jesús Diez.

El denunciante, sin embargo, lo ve de otro modo. Según la Jefatura Superior de Policía, el hombre, en su denuncia, explicó que a última hora del 6 de marzo entró en el bar a tomar un trago cuando una mujer se le acercó y le pidió que le invitase a una copa; luego llegó otra e hizo lo mismo. "El camarero insistió en servirle por cuenta de la casa una segunda copa. A pesar de su negativa, pues estaba tomando una medicación, el empleado se la sirvió", indicó la policía. Para pagar, el hombre, siempre según su relato, entregó una tarjeta de crédito al camarero. Después bebió y empezó a sentir sueño. Se le nubló la consciencia. Le llevaron a un sofá. "A partir de entonces, sólo recuerda vagamente una gasolinera y alguien llamando a la policía", indicó la Jefatura.

Los pagos efectuados esa noche con la tarjeta, más de un millón de pesetas, fueron en otro bar de la zona, también propiedad de uno de los denunciados.

Los acusados sostienen que el hombre invitó a las camareras a comer y a varias botellas de champaña francés. El local ya había sido denunciado en julio pasado por un hecho similar.