Los huevos cambian de talla

Como si se tratara de un artículo textil, los precios de los huevos se fijan desde hace tiempo por tallas. Pero las tradicionales están dando paso a una nueva clasificación, única para toda la Unión Europea. La misma que se utiliza cuando se va a comprar una camisa. Desaparecen las categorías tradicionales empleadas en las dos últimas décadas, C1, C2, C3, C4, C5, C6 o C7.De acuerdo con las normas comunitarias, las siete categorías se han reducido a cuatro: XL, L, M y S. Como la ropa. Con esta decisión, el consumidor ni gana ni pierde, al ajustarse los precios medios actuales al nuevo sistema. Por su parte, las granjas productoras ven simplificados los procesos de envasado, al no tener tantas franjas de peso como en el pasado

Según las normas españolas de hace casi dos décadas, la clasificación de los huevos para su venta al consumidor se hace en siete tipos, en función de su peso, que van desde la C1 a la C7, con una diferencia de cinco gramos entre cada una de las categorías. Los huevos que se comercializan generalmente en el mercado para la venta directa tienen un mínimo de 55 a 60 gramos por unidad y corresponden a, la categoría C4.

Los huevos de mayor volumen, con más de 70 gramos, se clasifican como C1, aunque recientemente se estableció también la categoría especial de más de 75 gramos, bajo la denominación C0. El grueso de los huevos comercializados en España se halla, en la categoría C2 y su peso oscila entre los 65 y los 70 gramos.

De acuerdo con las exigencias comunitarias, todas estas clasificaciones han desaparecido ya del mercado o van a hacerlo para finales de este año. Las empresas informatizadas tenían de plazo para cambiar su sistema de clasificación hasta el pasado mes de abril. Para las empresas con menos volumen de producción o medios técnicos, el plazo habilitado por la Unión Europea termina el 31 de diciembre de este año.

A partir de esa fecha, todos los huevos comercializados en España y en el resto del marco comunitario deberán aparecer clasificados solamente en las cuatro nuevas categorías. Como en el textil, los huevos de mayor peso, con más de 73 gramos, se clasifican en la categoría XL. En la categoría L se hallan los que tengan entre 63 y 73 gramos. La talla M requiere un peso por unidad entre 53 y 63 gramos, y la pequeña, S, entre 43 y 53 gramos. De siete categorías se ha pasado a cuatro, con tramos que van de 10 en 10 gramos. La de mayor venta con esta nueva clasificación será la talla L.

A efectos del consumidor, al agruparse con el nuevo sistema varias categorías anteriores en una sola, se han establecido precios medios sin ninguna incidencia para la cesta de la compra. Desde esta perspectiva, el impacto de la modificación de categorías será neutro.

Para las empresas productoras, según José Antonio Sánchez, responsable de la sección avícola de Coren, la cooperativa gallega que abastece buena parte del mercado, el nuevo sistema tiene ventajas en cuanto supone una reducción de categorías y, en consecuencia, simplifica la tarea de clasificación y los tipos de envases que se utilizan.

La nueva normativa no dice nada sobre la identificación de los huevos por la fecha de puesta. Todas las grandes firmas productoras tienen la posibilidad de marcar la misma en el huevo, aunque en muchos casos son las grandes cadenas de distribución las que indican al clasificador si quieren el producto con o sin esa prueba de frescura.