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El padre de la joven de Algete cree que el crimen se resolverá pronto

Dos semanas después del asesinato de Eva Blanco Puig -la chica de Algete de 16 años hallada muerta el pasado 20 de abril en la cuneta de una carretera con siete puñaladas en la espalda-, la Guardia Civil no ha detenido a ningún sospechoso y el caso sigue bajo secreto de sumario. Hasta ahora, los investigadores han interrogado a numerosos vecinos de Algete (13.000 habitantes) y del entorno más cercano a la joven sin ningún resultado positivo hasta el momento.La familia se mantiene en la creencia de que el asesino se encuentra entre las personas más allegadas a la fallecida, lo que les produce "un gran malestar". "Desconfiamos de todo el mundo", manifestó ayer Manuel Blanco, el padre de la joven, que está colaborando activamente con los agentes de las 112ª Comandancia de la Guardia Civil. A pesar de la aparente falta de pistas, la familia está satisfecha con la marcha de la investigación. A juicio de Manuel Blanco, "este caso se va a resolver rápido", y afirma que no sabe si mantendrá la sangre fría cuando conozca el nombre del asesino.

"Aporto de forma voluntaria a la investigación escritos, ropa u objetos de mi hija que encuentro por la casa y que me parece que pueden ayudar. Llamo a la Guardia Civil a cualquier hora del día para comunicarles todo tipo de sospechas o detalles raros de los que me voy acordando", explica el padre de la joven.

"Cualquier conocido pudo fingir que nos llamaba por un teléfono móvil y hacerla creer que estábamos de acuerdo en que llegara más tarde", afirma Manuel Blanco. Ésta es una de las teorías que se barajan en el entorno de la investigación para justificar que la adolescente no forcejeara con su agresor.

Por otra parte, Olga Puig, madre de la fallecida, recibe constantes visitas de uno de los médicos del centro de salud de Algete, Juan José Cruz. "La está ayudando a superar este bache", relató Manuel. "Mi mujer se bloquea a veces; mira al infinito y me pregunta si la hemos encontrado ya. Yo mismo no puedo ni entrar a la habitación de mi hija, pero tenemos que seguir", confiesa el padre de Eva.

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