Un grupo de padres de niños con cáncer denuncia a un hotel por falta de higiene.
Sábanas sucias, cucarachas alojadas en los armarios y algún que otro preservativo olvidado. Un grupo de 176 personas, entre ellas 40 niños enfermos de cáncer, reclamaron el jueves por la noche la presencia de la Policía Municipal en el hostal Luis XV, situado en la esquina de la calle de la Montera con la Gran Vía, para exigir que se les proporcionara otro alojamiento dadas las malas condiciones higiénicas, inadecuadas para los niños, que presentaba el hotel, según los clientes. Siempre según la versión de éstos, faltaban incluso habitaciones para 23 de los viajeros, pese a que la reserva fue realizada para todo el grupo. Finalmente, gracias a la mediación de la Policía Municipal, la Delegación del Gobierno y la agencia de viajes, el grupo pudo trasladarse a otro hotel con mejores condiciones.Aspanovas, una asociación vizcaína de padres de niños que sufren algún tipo de cáncer, había contratado con Halcón Viajes una estancia de cuatro días en Madrid. Su primera exigencia fue pernoctar en un mismo establecimiento, ya que el grupo sólo disponía de un médico para atender a los niños. "No podíamos dividirnos", afirmó María Victoria Larrabide, una de las madres afectadas. Larrabide señaló que el hostal denunciado no disponía ni siquiera de un refrigerador para depositar las medicinas de los niños.
La Policía Municipal comprobó que el hostal presentaba deficiencias en seguridad e higiene
La Policía Municipal comprobó que el establecimiento presentaba "diversas deficiencias en materia de seguridad y prevención de incendios", por lo que se presentó denuncia en comisaría. Asimismo, los agentes comprobaron, según Servimedia, que el hostal carecía de licencia de apertura y seguro obligatorio, y presentaba deficiencias higiénico -sanitarias. La Junta Municipal de Centro también fue informada de las condiciones del lugar.El grupo había llegado el jueves por la mañana al aeropuerto de Barajas y, tras pasar el día en el parque zoológico, se dirigió al hotel hacia las nueve de la noche."Nadie nos dijo que en esa zona se. ejercía la prostitución", comentó María Victoria Larrabide, que prosiguió: "Cuando quienes consiguieron su llave [algunos viajeros no tenían habitación disponible] subieron a las habitaciones, se dieron de bruces con una sorpresa mayor. Al abrir un armario lo encontraron lleno de cucarachas. Otros armarios tenían maletas de desconocidos dentro. Había llaves que abrían hasta siete habitaciones y cuartos sin baño. Y algunos con tazas de sanitarios rotas"."Pero lo más desagradable fue cuando una madre iba a acostar a su hijo y al abrir las sábanas se dio cuenta de que estaban manchadas con restos de semen", añadió Larrabide. "Efectuamos muchas llamadas en busca de ayuda, incluida una asistenta social, pero nos dijo que no podía hacer nada, ya que los niños estaban con sus padres. Tampoco el director del hotel movió un dedo. Estamos muy agradecidos a la policía, que nos trató maravillosamente", destacó Larrabide.
Tras conversar con los responsables de la agencia de viajes y personarse de madrugada en el hotel el propio delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades ("Él fue quien lo arregló todo", dijo María Victoria Larrabide), los viajeros fueron trasladados al hotel Tryp Diana, en Barajas, alrededor de la una y media de la madrugada. Ayer a mediodía se instalaron en otro hotel, el Novotel, de cuatro estrellas, en el Campo de las Naciones, donde permanecerán hasta su vuelta a Bilbao. Núñez Morgades se mostró ayer partidario de aplicar la ley con el máximo rigor para evitar este tipo de hechos. Este periódico intentó sin éxito conocer la versión del director del hostal.
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