Úrculo exige el traslado de la fiscal Márquez para seguir en el cargo

El fiscal general del Estado, Juan Ortiz Úrculo, es un "cadáver político" que difícilmente sobrevivirá a los vaivenes de la crisis abierta en la Audiencia Nacional. Ésta era ayer la opinión predominante en medios del ministerio fiscal. Úrculo ha vinculado su permanencia a que la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, presente al Gobierno su propuesta de traslado forzoso de María Dolores Márquez de Prado. La situación creada por los llamados fiscales indomables ha desembocado en una crisis de fuerte calado político.

Úrculo se enfrentó primero al Consejo Fiscal, que propuso también el traslado forzoso de Ignacio Gordillo, y sólo aceptó esta sanción para Márquez de Prado, a la que acusa de "acritud y excesos" con jueces y tribunales. Y es ahora la ministra de Justicia la que, aparentemente, no ve motivo para castigar a esta fiscal, en clara desautorización al fiscal del Estado.Ayer, Úrculo matizó que no puede hablarse en propiedad de una carta de dimisión presentada al vicepresidente Álvarez Cascos. En declaraciones a la cadena SER, que la noche anterior había adelantado la noticia en exclusiva, el fiscal del Estado se mostró ambiguo.

A la pregunta "¿ha mandado una carta al vicepresidente?", replicó: "No en el sentido de presentar mi dimisión, en absoluto". "¿En otro sentido?". "Yo no he presentado mi dimisión y es lo único que puedo decir". "Cuando un hecho ocurre, yo tomo una resolución, pero mientras no ocurre, ni siquiera lo pienso", dijo cuando se le preguntó si dimitiría si la fiscal Márquez de Prado no es trasladada.

Entretanto, la Audiencia Nacional sigue sin Fiscal jefe tras el cese forzoso de José Aranda; cuatro fiscales tienen petición de sanciones, aún sin decidir, y el Consejo Fiscal mantiene sobre las medidas disciplinarias una posición enfrentada a la del fiscal general del Estado.

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