Muerte por unos vaqueros
Angel B. P., de 17 años, rompió a llorar el 11 de Noviembre de 1996 en la Audiencia Nacional cuando la portavoz del jurado popular emitió el veredicto que le consideraba inocente de la muerte de su hermano mayor durante una disputa por unos pantalones vaqueros, ocurrida en marzo de 1996. Tras ese fallo quedaban atrás dos días de juicio y las seis horas de tensa espera que emplearon cinco hombres y cuatro mujeres para decidir su futuro. El anuncio de que debía ser puesto en libertad, pronunciado en voz alta por el magistrado presidente, llenó de alegría los ojos de Ángel.La absolución emitida por el tribunal también causó sorpresa en la Audiencia Nacional. Si a Ángel le hubiese juzgado un tribunal normal, previsiblemente hubiese acabado en la cárcel. Los ocho años de prisión que le pedía el fiscal por el "homicidio voluntarío" de su hermano se habrían visto reducidos a seis o a cinco, tal vez menos, pero, eso sí, el fallo habría sido condenatorio. Así lo indicaron varios magistrados de la Audiencia.
Jurado disuelto
El juicio de Ángel B.P. fue el segundo en el que se constituía un jurado popular en Madrid, pero el primero en que personas ajenas a los tribunales emitían un veredicto. El anterior jurado popular no tuvo ocasión de pronunciarse, ya que fue disuelto al confesar Luis Sanz, acusado de matar a su mujer, la autoría del crimen y aceptar la petición del fiscal de ir a un psiquiátrico.
En este caso, el jura,do admitió la explicación que dió el magistrado presidente, José Luis Calvo Cabello, sobre las causas de su disolución. "No es frustrante que haya ocurrido esto", dijo el presidente. "Es una de las posibilidades que establece la ley".
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