Desde el último lugar del mundo
En el último lugar del mundo, que se llama Eugene y que se encuentra en el Estado de Oregón, nos enteramos de repente de que han asesinado al hermano de Emilio. El hermano de Emilio se llamaba Samuel y tenía 19 años, era de un pueblo de Cuenca y había pedido hacer la mili en Jaca. A Emilio lo llaman desde España, a las dos de la mañana de aquí, para decirle que su hermano ha muerto. Más tarde se entera por el Internet y por la familia de que esa noche un sargento borracho le pegaba un tiro en el pecho a Samuel para probar quién sabe qué.Algunos españoles que estudiamos en la Universidad de Oregón nos reunimos con Ruth, la novia de Emilio. No tenemos mucha idea de la repercusión de la noticia en España, pero estamos seguros de que se preparan manifestaciones, de que los periódicos dedican la primera página al incidente, de que a nadie le pasa inadvertido el asesinato de Jaca... He mirado todos los periódicos españoles que están en el Internet y sólo dos, o quizá tres, dedican un espacio a la noticia. Nuestro presidente baila la samba en Brasil. Nuestro ex presidente visita la torre inclinada de Pisa. También están los toros y otros eventos realmente interesantes. Pego la oreja a la pantalla del ordenador y escucho un hermoso, un cálido, un divino "oléee".
Personalmente hoy siento una vergüenza tremenda de ser español. "Pero hombre... Estas cosas pasan en cualquier sitio". La medicina nacional: el mal de muchos, la caridad católica.
Hace casi quince años que mis hermanos hicieron la mili. El mayor tuvo suerte y acabó cerca de casa; sólo tuvo que bañarse alguna vez desnudo en una piscina helada, pero eso fue todo. El siguiente tampoco lo pasó mal, lo destinaron a Huesca y volvió a casa con unas gafas de sol y hablando con la z. El otro fue a Ceuta, le cayó en gracia a su superior y se pasó toda la mili de chófer, haciéndole la compra a su esposa. No lo pasaron mal. Total, no había otra cosa que hacer.
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