El "aparato" del PNV acoge con frialdad la candidatura de Atutxa

La falta de una candidatura alternativa propia suficientemente consolidada en el terreno de la imagen pública y la confusión existente sobre el rumbo político a seguir han llevado al PNV a adelantar el proceso interno de designación del dirigente llamado a sustituir al actual lehendakari, José Antonio Ardanza. La carta que la dirección del PNV (Euskadi Buru Batzar) remitió la pasada semana a los 35.000 afiliados solicitando nombres de posibles candidatos a la Lehendakaritza ha abierto, de hecho, la cuestión sucesoria, pese a que en el mismo escrito se niega que eso suponga la puesta en marcha del proceso electoral interno. La candidatura de Juan María Atutxa ha sido acogida con frialdad en el aparato del PNV.

La consulta a las bases cumple un requisito formal establecido en los estatutos del partido, pero no priva al Euskadi Buru Batzar (EBB) de la potestad última de designar al candidato que debe ser nombrado por la Asamblea Nacional del PNV. Portavoces de este partido aseguran que el EBB no tiene elaborado el perfil del aspirante idóneo, más allá de la conocida exigencia estatutaria de saber euskera y la condición sobreentendida de poseer experiencia institucional.La barrera del euskera no es un obstáculo insalvable para el actual vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, que empezó a estudiar euskera en el año 87 y que aunque no prodiga sus intervenciones en esta lengua, la entiende perfectamente y tiene todavía un año y medio de plazo para perfeccionarla. Pese a admitir que la consulta a las bases cumple una función puramente orientativa y suponer que la mayoría de los afiliados se inhibirá a favor de las instancias del partido, los mismos portavoces peneuvistas atribuyen bastante significación a las preferencias de los afiliados, "dada la actual situación".

La sucesión de José Antonio Ardanza se presenta efectivamente como una cuestión abierta a la que teóricamente pueden aspirar candidatos de bien distinta factura política. La propuesta de designar candidato a Juan María Atutxa, adelantada recientemente por el ex diputado general de Vizcaya, José Alberto Pradera, no ha despertado entusiasmo en el aparato del PNV. A título particular, no pocos burukides (dirigentes) expresan sus dudas de que el actual consejero de Interior responda al perfil que se atribuye al aspirante a presidente del Gobierno vasco.

Figura conocida

El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, sin embargo, afirmó ayer que Juan María Atutxa "reúne muchas condiciones" para aspirar a ese cargo. "Es una figura muy conocida, muy aceptada y muy clara respecto a la violencia", señaló. Junto al elogio personal al actual consejero de Interior, fuentes del PNV apuntan, en línea con las manifestaciones realizadas por el propio Xabier Arzalluz el domingo, que la propuesta de José Alberto Pradera ha sido precipitada y, en esa medida, "quizás contraproducente" para la viabilidad misma de la candidatura.

Otros dirigentes nacionalistas afirman, a su vez, que la propuesta pública de designar a Atutxa candidato a lehendakari no tendrá gran efecto dentro del partido pese al apoyo que parece haber encontrado 'Turidamentalmente fuera del ámbito nacionalista".El ex ministro Juan Alberto Belloch manifestó ayer que la figura de Atutxa inspira confianza y tiene una gran tirón electoral: "Muchos españoles le hemos visto realizar un trabajo serio al frente de una consejería complicada y le hemos visto responder con racionalidad a problemas muy graves". "Es evidente", dijo Belloch, "que nos inspira mucha confianza".En todo caso, a año y medio del cumplimiento de su mandato, el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, no ha transmitido a su partido formalmente, por escrito, la renuncia a continuar en el cargo. Al contrario que en legislaturas anteriores, cuando José Antonio Ardanza comunicó por escrito su decisión de no repetir en el cargo, la dirección del Partido Nacionalista Vasco ha renunciado a convencerle de que se presente a la reelección y se ha apresurado a abrir el proceso de sucesión. Quien no se ha planteado la renuncia es el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, cuyo mandato como máximo dirigente de ese partido expira en vísperas del año 2000.La afiliación del PNV debe comunicar sus preferencias sobre el aspirante a lehendakari antes del 12 de mayo próximo. Posteriormente, pasados los meses de verano, se iniciará una primera ronda de asambleas municipales, regionales y nacionales para designar a los candidatos propuestos. Aquellos que no dispongan del apoyo de seis organizaciones municipales no pasarán a la segunda ronda. En todo caso, será el EBB el que proponga a la Asamblea Nacional del PNV el candidato idóneo. Xabier Arzalluz ya ha dicho que tiene más de un nombre en la cabeza.