El Polisario libera a 85 prisioneros marroquíes para apoyar la mediación de Baker en el Sáhara
El norteamericano James Baker, enviado del secretario general de la ONU para el Sáhara occidental, recordará mucho tiempor la espectacular bienvenida que le brindó ayer el pueblo saharaui en Smara, en pleno desierto del sur de Argelia. Le aclamaron más de 15.000 personas bajo el sol. Tras reunirse con el Consejo Nacional (Parlamento) y con el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, el ex secretario de Estado de EE UU se llevó bajo el brazo un regalo del pueblo sin tierra de la antigua colonia española: el Frente Polisario va a liberar a 85 prisioneros de guerra marroquíes.
ENVIADO ESPECIALMiles de gargantas femeninas rasgaban los remolinos de arena que levantaba el Siroco con el zecarit, el grito ululante de la alegría en el Magreb. En medio del vendaval, Baker recorrió una avenida de tierra jalonada de banderas de la RASD, jaimas, camellos y pancartas, como la que rezaba en castellano: "Bienvenido Mr. Baker". Le vitoreaban esperanzados. "Ha sido un recibimiento muy cálido", acertó a decir el mediador de la ONU con su mejor flema.Smara, que cuenta con unos 40.000 habitantes, es la wilaya (provincia) más poblada del territorio del sur argelino donde viven más de 200.000 saharauis desde 1975, tras la anexión por Marruecos del antiguo Sáhara español. Smara es el nombre tomado de una localidad del antiguo Sáhara español cercana a los campos de refugiados.
Baker permaneció casi cuatro horas reunido con los líderes del Polisario antes de ofrecer una de las ruedas de prensa más concurridas que se hayan celebrado en pleno desierto, con la presencia de al menos un centenar de informadores.
"El del Sáhara Occidental es un problema muy duro, pero hay esperanzas. Si no, yo no estaría aquí", advirtió el emisario de Kofi Annan antes de precisar que en esta etapa de su misión -desde el pasado miércoles ha visitado Rabat, Argel, Nuackchot y Tinduf- sólo ha acudido a "informarse sobre el terreno y a escuchar a las distintas partes".
A su regreso a EE UU presentará al secretario general de la ONU un dictamen sobre la viabilidad del actual plan de paz, derivado del alto el fuego entre Marruecos y el Polisario. En el caso de que dicho plan "ya no sea aplicable" -lo que parece previsible tras el bloqueo del referéndum de autodeterminación- Baker formulará "nuevas alternativas". El ex diplomático norteamericano precisó que aún no se había formado un juicio sobre el contenido de su informe. Sin embargo, el "apoyo total" que Baker dice haber recibido en su primera gira por la región, tanto en Rabat como en Argel y Tinduf`, servirá a su juicio para avanzar hacia una "paz justa y duradera".
El presidente saharahui le dio también su primer espaldarazo como mediador, al anunciarle la inmediata liberación de 85 prisioneros de guerra saharauis. "Es un gesto humanitario y de buena voluntad en apoyo de mi misión", reconoció satisfecho Baker, quien se comprometió a informar a la mayor brevedad las las autoridades de Marruecos.
Pero el Gobierno de Rabat se ha negado a reconocer la existencia de dos millares de prisioneros de su Ejército en poder de las fuerzas del Polisario. El enviado especial de EL PAIS visitó el pasado sábado uno de los centros de detención de prisioneros de guerra, donde algunos de sus 500 internos llevan privados de libertad desde 1976, cuando el Frente Polisario, que inició la lucha armada con Marruecos.
Las resoluciones de las Naciones Unidas establecen la celebración de un referéndum de autodeterminación para que la población saharaui decida si el Sáhara Occidental se integra en Marruecos o, por el contrario, se convierte en Estado independiente.
Los problemas surgidos en la confección del censo electoral han bloqueado la convocatoria del plebiscito y el práctico desmantelamiento de la Misión de la ONU para el Sáhara Occidental (Minurso).
Irak y Marruecos
Antes de regresar en helicóptero a Tinduf y de recibir de nuevo homenaje del pueblo saharaui, el ex secretario de Estado norteamericano sólo quiso responder a una pregunta de los periodistas. "¿Por qué la ONU condenó la invasión de Kuwait por Irak y no la del Sáhara Occidental por Marruecos?", se escuchó mientras Baker enfilaba ya la puerta de salida. "No he venido aquí para hablar de eso. Vengo como enviado de la ONU y con la aceptación de todas las partes", replicó mientras dejaba decenas de preguntas en el aire el hábil negociador tejano.
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