Ni controles de alcoholemia ni pruebas psicotécincas
La realización de controles psicotécnicos periódicos a todos los militares profesionales es un viejo proyecto del Ministerio de Defensa que nunca se ha puesto en práctica. Los ejércitos cuentan con equipos de psicólogos y psiquiatras, pero sus servicios sólo se utilizan a requerimiento de los propios afectados o por decisión de los mandos, cuando observan un comportamiento anormal en alguno de sus subordinados.Únicamente en la Armada está previsto que sus miembros pasen un examen regular cada cinco años, mientras que en el Ejército de Tierra y la Fuerza Aérea estas pruebas se reservan para acceder a determinados cursos o especialidades, como piloto o buceador de combate. Para los militares, la renovación del permiso de armas es automática, sin que se exija ningún requisito.
Con todo, quizá el mayor problema radica en la tolerancia hacia el alcoholismo, tan arraigada en la cultura española. Aunque la embriaguez se considera falta disciplinaria, raramente se imponen arrestos por este motivo, mientras que nadie se libra de un paquete por llegar tarde o llevar los zapatos sucios. Sobre el rigor de las pruebas analíticas, se cuenta la siguiente anécdota: un marino, temeroso del resultado, presentó una muestra de orina de su esposa. "Está usted embarazado", le comunicó el médico.
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