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Las obras del nuevo macrotúnel de O'Donnell comenzaran en agosto próximo

Antonio Jiménez Barca

Los técnicos municipales de obras se preparan para la que le viene encima a la calle de O'Donnell. Dentro de tres meses, según el Ministerio de Fomento, la prolongación de esta calle unirá la M-30 con la M-40 en la zona. Los cálculos apuntan a que unos 40.000 coches más se lanzarán entonces por el nuevo enlace. Para que O'Donnell no se convierta en el atasco eterno, el Ayuntamiento mandará al pleno de mayo un proyecto que descongestione el cruce: con un paso inferior que pasará por debajo de otro túnel: la obra del retúnel de O'Donnell empezará en agosto.

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Este nuevo paso inferior, que hace el número 12 de la era Alvarez del Manzano, intentará que el cruce entre Doctor Esquerdo y O'Donnell no se convierta en un infierno para los conductores. Tras el enlace de la M-40 con en esta calle, prevista por el Ministerio de Fomento para dentro de tres meses, sobre esta zona se sumarán 40.000 coches a los 80.000 que soporta actualmente. ¿Qué hacer para que toda esta avalancha no atasque la zona continuamente? Además del retúnel, el municipio ha pensado otras soluciones: ensanchar la glorieta que forman Doctor Esquerdo con O'Donnell, crear un nuevo desvío que conduzca los coches, desde O'Donnell, vía Alcalde Sainz de Baranda, hasta Ibiza, e intentar que los automovilistas se desvíen hacia Ventas. Claro que todas estas reformas tendrán que esperar tiempo para ser disfrutadas por los automovilistas: el retúnel tardará un año al menos en construirse.

En Ventas también habrá que esperar: a mediados de mayo, la empresa Fomento de Construcciones y Contratas empezará a construir el nuevo puente de Ventas y a ampliar la M-30 a su paso por debajo. La vía se ensanchará y ganará dos carriles por sentido. Es decir, los especialistas en tráfico del Ayuntamiento confían en que, con la mejora de la zona de Ventas, parte de la avalancha se diluya por ahí. Con todo, las obras de este puente durarán un año.

Sólo de salida

El retúnel discurrirá por debajo de la calle de O'Donnell a una profundidad, aproximada, de 11 metros. Pasará por debajo del paso inferior ya existente en la calle del Doctor Esquerdo y por encima del metro. Tendrá sólo dos carriles de salida, es decir, en dirección a la M-40, y una longitud de 260 metros.

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¿Por qué sólo de salida? El director de servicios de Sistemas Generales y responsable del proyecto, Fernando Catalá, opina que "para evitar que el atasco sea mayor". "Si construyéramos un túnel de entrada y salida lo único que íbamos a conseguir es colocar el embotellamiento más al centro de la ciudad; salvaríamos el cruce con Doctor Esquerdo, sí, pero los coches se juntarían todos 400 metros más allá, a la altura de la calle de Máiquez o de Fernán González", añade.

Los técnicos han estudiado el comportamiento del tráfico en la zona por franjas horarias y han llegado a la conclusión de que, con un túnel sólo de salida, los problemas de atascos a la hora de comer y por la tarde, cuando los coches abandonan la ciudad, se solucionaban. ¿Y por la mañana, cuando los coches se dirigen al centro de Madrid? "Había que elegir entre solucionar dos de tres o no solucionar por completo nada", explica Catalá, quien añade que, de cualquier forma, tampoco han olvidado a los coches que por la mañana quieran dirigirse a la ciudad por esta calle: "Hemos ideado tres sistemas para encauzar el tráfico. Primero, cuando todo esté terminado, se colocará entre la M-40 y la M-30 un indicador electrónico que informará a los automovilistas cómo está el cruce de Doctor Esquerdo con O'Donnell. Así, si está muy atascado, podrán desviarse. Y podrán dirigirse hacia la derecha, en dirección a Ventas, y hacía la izquierda, por un desvío nuevo que unirá O'Donnell con Ibiza por Sainz de Baranda".

Por si esto no bastara, el Ayuntamiento ampliará la glorieta del cruce entre Doctor Esquerdo y O'Dormell para que haya más espacio para el giro. Actualmente, y dado que la apertura de la prolongación está prevista para dentro de tres meses, el municipio ya ha acondicionado la glorieta, aunque levemente, reformando las isletas. Esto es insuficiente y el técnico de obras lo reconoce: "Claro, es como si viniera el Séptimo de Caballería y nosotros opusiéramos sólo un fuerte pequeñito para contenerlo. Pero las obras llevadas a cabo ahí no son incompatibles con las que luego se harán", dice Catalá.

El pliego de condiciones para que las empresas opten a la obra se aprobará en el pleno de mayo. Los trabajos costarán unos 1.200 millones.

No más caro

Aunque pueda parecer lo contrario, construir un túnel que pase por debajo de otro no es mucho más complicado ni más caro que ejecutar uno normal. "Al ir más profundo, no se tiene que tener en cuenta si tocas un colector o una tubería de agua", explica el técnico municipal. Ampliar la glorieta sí constituirá un problema. "Hay que modificar un poco el túnel que y la existe y puede que tengamos que cambiar la boca de metro que hay ahí; si es así, la obra se complicará un poco", admite Catalá.

La esperanza del concejal de Obras, Enrique Villoría, es que por la calle de O'Donnell se pueda seguir circulando cuando enlace con la ronda de circunvalación M-40. Catalá lo corrobora: "Ése es el objetivo; aunque los que trabajamos en el tráfico de Madrid sabemos que siempre la demanda de coches es mayor que la oferta en carreteras".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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