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La policía identifica a un quinto integrante del 'comando Madrid' por sus huellas dactilares

La policía identificó ayer a una quinta persona presuntamente integrante del comando Madrid. Se trata de Javier Abaunza Martínez de 32 años, cuyas huellas dactilares han encontradas en el piso franco de la calle de Polibea, descubierto el sábado de la semana pasada, así como en una bolsa de plástico abandonada en el coche utilizado por los etarras que el pasado 10 de febrero asesinaron al magistrado Rafael Martínez Emperador. Abaunza, natural de Gernika, que formó parte del comando Vizcaya desarticulado en 1994, podría ser uno de los cuatro activistas que hace nueve días huyeron de ese piso tras producirse una pequeña explosión. La policía cree posible que este grupo permanezca en Madrid, oculto en otra vivienda.

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El Ministerio del Interior no sabía nada de Abaunza desde que en 1994 logró escapar de una operación de la Ertzaintza en la que fueron detenidos otros miembros del comando Vizcaya. Su pista reapareció sobre la una de la tarde de ayer, después de que la Comisaría General de Policía Científica consiguiera determinar que corresponden a él unas huellas dactilares localizadas en el piso de la calle de Polibea y en una bolsa olvidada dentro del Ford Fiesta empleado por los asesinos del magistrado Martínez Emperador. El coche permaneció varios días abandonado en la calle de Walia, en la colonia del Retiro, con un artefacto incendiario que tendría que haber provocado su destrucción si no hubiera fallado el mecanismo. La colaboración ciudadana permitió encontrar el automóvil, en el que la policía localizó una veintena de huellas digitales. A raíz de la identificación de Abaunza, los encargados de la investigación sospechan que este activista podía ser uno de los cuatro que huyeron del piso del barrio de la Concepción, junto con Ainhoa Múgica, Juan Antonio Olarra Guridi y la colaboradora alemana Renate Heike Schubbert. El grupo escapó precipitadamente al explotar un detonador que tenían guardado en un armario. Abaunza perteneció al comando Vizcaya que fue desarticulado en noviembre de 1994 tras un tiroteo en Lujua (Vizcaya). En la operación, que se produjo al día siguiente de la detención en Toulon (Francia) del dirigente etarra Félix Alberto López de la Calle, Mobutu, murió el activista Ángel Irazabalbeitia y resultó herido grave un ertzaina (policía autónomo vasco). La Ertzaintza detuvo en la operación de Lujua a Luis Martín Carmona, presunto responsable del comando, y en días posteriores capturó a varios colaboradores. Sin embargo, Abaunza eludió el cerco y posiblemente se trasladó a Francia, ignorándose desde entonces su paradero.Durante los últimos días se dio por cierto que los cuatro fugitivos de la calle de Polibea habían escapado de Madrid en un coche conducido por el alemán Fritz Gary Siemund, detenido el pasado martes en Wiesbaden. Este dato fue manejado a raíz de una información facilitada por la Policía Local de Nájera (La Rioja), alertando del paso por esa ciudad de un automóvil con matrícula germana ocupado por varias personas.

Sin embargo, fuentes de la lucha antiterrorista han llegado a la conclusión de que la pista de Nájera era errónea y ayer se inclinaban a pensar que el comando Madrid continúa oculto en esta capital. "Resulta ilógico que todo el grupo se trasladase en un mismo coche hacia el País Vasco o hacia Francia y, sobre todo, que lo hiciera tan precipitadamente, teniendo en cuenta que no habíamos detenido a ningún integrante que pudiera facilitar información sobre ellos", dijo ayer un mando policial.

En medios de la investigación se baraja la posibilidad de que el comando continúe en Madrid, oculto en un piso de seguridad cercano al barrio de la Concepción, probablemente preparando un nuevo atentado. Las pesquisas efectuadas a partir de los documentos hallados en la vivienda de la calle de Polibea, entre ellos algunos rudimentarios croquis, no han permitido descubrir ningún plan criminal concreto, según las mismas fuentes.

El Ministerio del Interior difundió ayer unas nuevas fotografías, más recientes, de los alemanes Fritz Gary Siemund y Renate Heike Schubbert. Interior intenta conseguir una mayor colaboración ciudadana que permita aportar datos. sobre estas personas, al creer que alguno de los dos pudo alquilar pisos en fechas recientes. En concreto, las mayores sospechas recaen sobre Siemund, que pudo hacerlo con el pelo teñido de rubio.

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Renate se ofreció a 5 empresas

La Comisaría General de Información ha determinado que la alemana Renate Heike Schubbert ha acudido durante los últimos meses a cinco empresas de Madrid en busca de empleo. En su currículo hizo constar sus conocimientos de idiomas como principal cualidad.Algunas de las empresas que visitó Schubbert están relacionadas con la publicidad y otra con la informática. Esta última está próxima a la plaza del Conde de Casal y a la calle de Walia, precisamente donde el comando Madrid dejó el Ford Fiesta empleado en el asesinato del magistrado Martínez Emperador. La alemana, que también se interesó por los trámites para matricularse en unos cursos de Filología y Bellas Artes de la Universidad Complutense, fue quien alquiló los pisos francos de las calles de Polibea y del General Álvarez de Castro. Su compatriota Siemund lo hizo con otra vivienda de la calle de Bravo Murillo, según fuentes policiales. Las indagaciones realizadas en Alemania en busca de esta mujer no han dado ningún resultado, lo que hace suponer que continúa en España.

El ex presidente del Gobierno Felipe González, en relación con la implicación de alemanes con el terrorismo español, declaró ayer: "ETA aprovecha lo que sea. No sé si el concepto de mercenarios cabe en este caso. Son gente de la alta burguesía y no necesitan dedicarse a esto para vivir".

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